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Osteomielitis crónica: tratamiento quirúrgico

La osteomielitis (OM) es una infección ósea grave que puede surgir de variados mecanismos. No existe una definición ampliamente aceptada de OM crónica (OMC). Numerosas definiciones funcionales han incluido diversos criterios: evidencia de infección clínica o radiográfica >6 semanas, recaída o persistencia de la infección después de un tratamiento antibiótico apropiado e infecciones asociadas con cuerpos extraños o anomalías vasculares. La etiología más común en los adultos es la lesión (a menudo una fractura abierta)

Otras etiologías incluyen infección posoperatoria, ya sea de un procedimiento electivo o de reducción abierta, fijación interna de fracturas cerradas. En raras ocasiones, los pacientes adultos desarrollan OM después de la siembra hematógena de huesos largos durante un episodio de bacteriemia. A menudo, la OM da como resultado la formación de sequestra (secuestros: bolsas de hueso cortical muerto con absceso) e involucrum (involucro: hueso nuevo formado en respuesta a los secuestros). Debido en gran medida a la naturaleza avascular de los secuestros, la OOM es difícil de tratar y puede cursar asociada con una elevada morbilidad y posible mortalidad.

El tratamiento está dirigido a la resolución de la infección y la maximización de la función del paciente. Históricamente, el tratamiento quirúrgico es el desbridamiento extenso del hueso infectado con regímenes antibióticos prolongados. Antes de la elucidación de la teoría de los gérmenes, nadie entendía la importancia o los principios de la infección, y la mayoría de los pacientes con fracturas expuestas posteriormente morían. Como resultado, el tratamiento temprano consistía en la amputación de la extremidad lesionada. Durante la Primera Guerra Mundial, para tratar las fracturas expuestas en los soldados, Carel y Dakin utilizaron la irrigación continua.

Posteriormente, se reconoció la importancia del tratamiento quirúrgico de la OM y se enfatizó el desbridamiento del secuestro, la estabilización del hueso y el mantenimiento de la herida abierta. Estos principios llevaron a un mayor éxito en el manejo de las fracturas expuestas y OM pero aun así, el 30 % de los casos tenían infección local persistente o sepsis sistémica cuando solo se utilizaba desbridamiento quirúrgico y antibiótico terapia. (Tomado de Infomed)