Mujer rural en Cuba: faro de luz y ejemplo para el mundo

Camagüey, 7 mar.- Las féminas rurales en esta provincia se crecen ante cualquier oficio; como las palmas en el campo, son firmes y virtuosas; con tesón y ternura, suben lomas, cuidan rebaños y surcan la tierra para hacerla producir alimentos.

En la Finca La Deseada, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Renato Guitar, en el municipio de Camagüey, hay una guerrera, Saraí Muñoz Rosabale, que cada día se levanta antes del alba para sacarle el máximo rendimiento al surco.

Beneficiada por la entrega de tierras estatales ociosas en concepto de usufructo, potencia la producción de cultivos varios, emplea la tecnología de policultivo en frutales y por las irregularidades del terreno, en varias áreas impulsa la cría de ganado menor y avícola, con el objetivo de cumplir con el deber número uno del campesinado cubano: aportar alimentos para el pueblo.

Con el primer cantío del gallo, justo a las cinco de la mañana, comienza su jornada de trabajo: pone sus ollas a funcionar para adelantar el almuerzo, luego “guataca (azadón) al hombro y p´al campo a desyerbar, deshojar los plátanos, atender los chivos, carneros y cerdos”.    

Saraí es de las que cree que las cubanas han recorrido un largo camino en pos de su autonomía y reconocimiento en la sociedad: “ser mujer rural en Cuba es ser faro de luz y ejemplo para el mundo, donde muchas féminas en ese entorno son minimizadas. Sin embrago, aquí son protagonistas en la construcción de una sociedad con las mismas oportunidades que los hombres.

Para ella la agricultura de hoy debe emplear técnicas más respetuosas que aumenten la actividad biológica del suelo y  prescindir de sustancias químicas, para evitar la contaminación del agua y la tierra, lo cual es posible mediante la aplicación de la agroecología y otras materias orgánicas.

Con orgullo afirma que de su padre heredó el espíritu innovador, y para mantener el cercado de sus áreas de pastoreo, fabrica de forma manual las grampas que utiliza.

Su esposo le busca el alambre de la malla peerle y con un alicate los endereza y corta; luego con un disco les hace las puntas y también las aporta a otros campesinos que la necesitan en su cooperativa.

En saludo al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Saraí asegura que continuará potenciando la siembra de cultivos varios, frutas y la cría de ganado menor, guiada por  tres palabras claves: tiempo, compromiso y dedicación. (Texto y foto: Maykel Torres La Rosa/Radio Cadena Agramonte)