Moderno radiotelescopio canadiense desentrañará misterios cósmicos

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Ottawa, 15 sep.- Canadá dispone hoy de uno de los radiotelescopios más modernos cuya potencia le permitirá conformar un mapa que contenga el mayor volumen del espacio nunca antes visto, precisan medios de prensa.

 

El ingenio ayudará a los astrónomos, físicos y científicos del mundo a desentrañar algunos de los mayores misterios cósmicos que aún persisten y abrirá el universo a una nueva dimensión del estudio científico.

Conocido como Experimento Canadiense de Cartografía de la Intensidad del Hidrógeno o CHIME, por sus siglas en inglés, el aparato es resultado de la colaboración de 50 científicos canadienses del Instituto Espacial McGill, de las universidades de Columbia Británica y de Toronto y del Consejo Nacional de Investigación.

El 7 de septiembre, la ministra de Ciencia Kirsty Duncan, instaló la pieza final del radiotelescopio, una suerte de máquina del tiempo que posibilitará a los científicos crear un mapa tridimensional del cosmos.

CHIME es un ejemplo extraordinario que muestra el liderazgo de Canadá en ciencias espaciales e ingeniería. El nuevo telescopio será un destino para los astrónomos de todo el mundo que trabajarán con sus colegas canadienses para responder a algunas de las preguntas más profundas sobre el espacio, subrayó Duncan.

De acuerdo con Radio Canadá Internacional, el telescopio es extraordinariamente potente y dispone de un avanzado poder de cálculo que ayudará a comprender mejor las tres fronteras de la astronomía moderna: la historia del universo, la naturaleza de las estrellas distantes y la detección de ondas gravitatorias.

Al medir la composición de la energía oscura, los científicos comprenderán mejor la forma, la estructura y el destino del universo.

Además, CHIME será un instrumento clave para estudiar las ondas gravitacionales, las ondulaciones en el espacio-tiempo que se descubrieron recientemente, lo que confirma la parte final de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein (1879-1995), destacó la fuente.

De acuerdo con Vicky Kaspi, astrofísica y directora del Instituto Espacial McGill, en la actualidad resultan un misterio eventos extragalácticos extravagantes como los estallidos rápidos de radio (FRB, por sus siglas en inglés), señales de ondas de radio, de corta duración pero de gran potencia, que se originan en el cosmos.

Se han reportado solo dos docenas de FRB desde su descubrimiento hace una década. Es probable que CHIME detecte muchos de estos objetos todos los días, proporcionando un gran tesoro de datos que pondrá a Canadá en la vanguardia de esta investigación, argumentó Kaspi.

El aparato recoge ondas de radio con longitudes de onda entre 37 y 75 centímetros, similar a la longitud de onda utilizada por los teléfonos celulares.

La mayoría de las señales que recolectará provienen de nuestra galaxia -la Vía Láctea-, pero una pequeña fracción inició su propio camino cuando el universo tenía entre seis y 11 mil millones de años.

Indican especialistas que la señal de radio del universo es muy débil y se necesita una sensibilidad extrema para detectarla. La cantidad de energía recolectada por CHIME en un año es equivalente a la cantidad de energía obtenida por un clip que cae de un escritorio al suelo.

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