La marcha más grande sacude cimientos de modelo neoliberal en Chile
Aunque las mayores protestas reportadas en la nación austral desde la reinstauración de la democracia tuvieron como detonante un nuevo aumento de las tarifas del Metro, pronto desencadenaron el clamor del pueblo tras 30 años de implementación de medidas económicas totalmente divorciadas de la voluntad popular.
Las organizaciones sociales y sindicales promotoras de la manifestación pacífica demandaron la retirada de los militares de las calles, abortar en el Congreso (Parlamento) todas las leyes lesivas de los derechos del pueblo, convocar urgentemente a una Asamblea Nacional Constituyente e incluso la renuncia del presidente, Sebastián Piñera.
Este viernes dejó momentos simbólicos, como los hinchas de los equipos archirrivales de Universidad de Chile y Colo Colo unidos en protesta, o las voces de miles entonando la canción El Baile de los que Sobran, del grupo chileno Los Prisioneros; ‘únanse al baile, de los que sobran, nadie nos va a echar de más, nadie nos quiso ayudar de verdad’.
Las redes sociales volvieron viral la multitudinaria interpretación del tema musical, que sirvió como himno durante estos días de manifestaciones contra las políticas económicas del Ejecutivo y la presencia del Ejército en las calles, como en los peores días de la dictadura de Augusto Pinochet.
Durante la telúrica marcha con epicentro en Santiago y réplicas de consideración en ciudades como Concepción, Valparaíso y Temuco, acontecieron aislados focos de violencia y nuevos episodios de represión protagonizados por la policía de Carabineros.
A la par de la marcha, el Gobierno volvió a decretar toque de queda en toda la Región Metropolitana y diversas comunas de Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Biobío y Los Lagos.