La educación cubana y los desafíos que impone el bloqueo norteamericano
Por más de seis décadas Cuba ha sorteado los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos y ante cada desafío ha garantizado el derecho a una educación de calidad, de acceso gratuito y universal. Cada curso escolar deviene un reto para el sector, teniendo en cuenta los crecientes obstáculos para adquirir la base material de estudio y de vida, el mobiliario y el equipamiento imprescindible para desarrollar el proceso docente en los diferentes niveles de enseñanza.
Por ejemplo, en la primera infancia se limita el acceso a materias primas como el papel para la producción de cuadernos de preescritura y otros contenidos en el grado preescolar, mientras que en los diferentes años de vida existen necesidades de juguetes y medios didácticos, ante lo cual se impone la creatividad de educadoras y familias.
La educación especial, una de las más sensibles dentro del sistema de enseñanza, sufre con severidad el impacto del bloqueo para adquirir aditamentos necesarios como sillas de ruedas eléctricas, los cristales correctores con graduaciones para los espejuelos, las baterías de las prótesis auditivas, entre otros accesorios que limitan la inclusión socioeducativa de los alumnos.
De igual manera otros niveles educativos reciben el impacto directo del cerco norteamericano a partir de las limitaciones para adquirir implementos deportivos, herramientas para los talleres de educación laboral, piezas de repuesto para medios audiovisuales y papel para la impresión de libros de textos.
A pesar del severo impacto del bloqueo económico, comercial y financiero, Cuba defiende la educación como una gran conquista, y ante cada desafío, se pone a prueba la capacidad de educadores, alumnos y familias para que en cada curso escolar el proceso docente alcance una mayor calidad.
(texto y foto tomados de Radio Cadena Agramonte)