La ciencia de Cuba en el enfrentamiento al cambio climático

Camagüey, Cuba, 14 may.- Los peligros potenciales de desastres geológicos, climáticos, sanitarios se convierten en asunto priorizado para la ciencia cubana que busca alternativas ante los efectos del cambio climático, se reafirmó en esta urbe del país.

 

La mayor de las Antillas que firmó lo establecido por el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, procura con los especialistas del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medioambiente, ‘advertir sobre las consecuencias y ayudar al país en la toma de decisiones’, sentenció Manuel Iturralde, miembro de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba.

Reunidos en taller sobre la Tarea Vida, Plan del Estado Cubano para el enfrentamiento al cambio climático, los investigadores concluyeron que ‘la ciencia precisa advertir en campañas mediáticas para que las personas conozcan a lo que nos enfrentamos, incluso promover historial de eventos catastróficos del país’, expresó.

Recientemente la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, habló del trabajo antillano para generar mecanismos de adaptación al cambio climático, tema en el que consideró que es un referente mundial.

‘Cuba es un país que prácticamente no contribuye al cambio climático, pero es una víctima de este fenómeno. Así y todo tiene un plan ambicioso (Tarea Vida), que es un ejemplo a seguir por los demás países, afirmó Espinosa en declaraciones a Prensa Latina durante su visita a la isla en abril.

En esta región del Caribe que se ha visto afectada en el último lustro por el huracán Irma en 2017, la tormenta subtropical Alberto, del año pasado, o el más reciente tornado que azotó La Habana a inicios de 2019, las investigaciones y alertas emitidas por la ciencia resultan de gran valía , ‘para no volver a repetir cualquier error costoso’, explicó Iturralde.

En cuanto a los peligros geológicos, los participantes debatieron sobre sismos, transformaciones costeras, incluso la caída de meteoritos como el acontecido a inicios de 2019 en el Valle de Viñales, área turística en Pinar del Río, la más occidental de las provincias cubanas.