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Incontinencia urinaria reduce calidad de vida, asegura cirujano

San Juan, 13 mar .-La incontinencia urinaria provoca gran pérdida de calidad de vida en el mundo al interferir con la actividad laboral, social y sexual de millones de personas, aseguró el cirujano puertorriqueño Miguel Velázquez Villanueva.

 

Existe mucha dificultad en diagnosticar la incontinencia, principalmente, por la vergüenza que se apodera de los pacientes y no les permite hablar del problema, explicó el cirujano ginecológico en vísperas de la celebración el jueves del Día Internacional de la Incontinencia Urinaria.

El especialista destacó, además, que en muchas ocasiones, las personas identifican este padecimiento como parte del proceso de envejecimiento y piensan que carece de tratamiento, por lo que es fundamental educarse y tratarse para evitar los efectos psicosociales que conlleva este padecimiento que experimentan más de 25 millones de personas en Estados Unidos y Puerto Rico.

Aunque esta enfermedad afecta tanto a hombres como mujeres, dijo el director médico del Centro de Ginecología y Laparoscopia Avanzada de Puerto Rico, son las féminas las que más tienden a sufrirla, mayormente a partir de los 50 años.

Velázquez Villanueva aseguró que cuando la incontinencia se presenta en personas en plena etapa de productividad las consecuencias para la calidad de vida suelen ser más fuertes.

Muchos pacientes experimentan vergüenza, pérdida de autoestima, inseguridad, ansiedad, tristeza y pueden llegar, incluso, a la depresión y al aislamiento por temor al rechazo social.

La pérdida de orina también provoca cambios drásticos en la vida laboral, en la actividad sexual y en las actividades cotidianas.

‘La falta de sueño y el cambio en los patrones de descanso que produce la incontinencia urinaria repercute en la gestión laboral’, ratificó.

El paciente con este tipo de condición se ve en la necesidad de ausentarse de su trabajo y puede ver afectada su productividad, al punto que hay aquellos que optan por renunciar o por jubilarse anticipadamente.

El cirujano ginecológico sostuvo que la intimidad sexual y las actividades cotidianas también se perjudican causando que la calidad de vida de los pacientes disminuya.

La condición provoca disminución de la actividad y el deseo sexual, principalmente, por el temor a orinarse durante el coito.

Tanto hombres como mujeres que padecen de incontinencia, también suelen cohibirse de tener una vida social activa y limitan actividades como la realización de ejercicio físico y los viajes por la vergüenza que les causa sus escapes involuntarios de orina.

‘Estos cambios significativos en la vida de quienes padecen de incontinencia están afectando la calidad de vida y bienestar de los puertorriqueños’, afirmó.

Velázquez Villanueva enfatizó que aquellas personas que tienen síntomas o sospechas de que padecen esta condición deben afrontar la situación y tratarla, de manera multidisciplinaria, no solo de forma médica sino con ayuda socioemocional.

Los síntomas principales asociados a la incontinencia urinaria son incapacidad para orinar, dolor relacionado con el llenado de la vejiga, debilidad progresiva del chorro urinario, aumento de la frecuencia al orinar, necesidad de alcanzar el baño rápidamente, escape de orina que se inicia o continúa después de un proceso quirúrgico e infecciones frecuentes de vejiga.

Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente, más de 400 millones de personas en el mundo sufren de incontinencia urinaria. (Prensa Latina)