Histórico discurso de Fidel Castro en ONU mantiene plena vigencia

Nueva York, EE.UU., 21 sep.- La embajadora cubana en Naciones Unidas, Ana Silvia Rodríguez, aseguró que tras 60 años del primer discurso de Fidel Castro en la Asamblea General de la ONU, sus palabras y denuncias mantienen plena vigencia.

 

Así expresó durante su intervención en un foro virtual organizado por agrupaciones solidarias con la isla en Estados Unidos, con el fin de conmemorar la histórica visita del líder de la Revolución cubana a Nueva York.

La representante permanente alterna de la isla ante Naciones Unidas recordó cómo en esa alocución, el entonces primer ministro denunció al imperialismo norteamericano, su injerencia y prepotencia.

Fidel Castro (1926-2016) defendió el derecho de un pequeño país de decidir su gobierno, preservar su soberanía y tomar decisiones propias; a la vez que dio voz a muchos pueblos que aún no la tenían, subrayó.

Lo que dijo no solo trascendió por ser el discurso improvisado más largo en la historia de la ONU, precisó, sino por su acometida contra la brutal filosofía de la guerra.

Y no menos histórica fue la ovación de varios minutos que cosechó el líder al final de su intervención, ya que nunca antes había ocurrido algo parecido en una sesión de Naciones Unidas, recalcó la diplomática cubana.

Lamentablemente, señaló, muchos de los problemas denunciados por Fidel el 26 de septiembre de 1960 en ONU, son todavía asuntos latentes.

Rodríguez rememoró la estancia de Fidel en el Hotel Teresa en Harlem y el cariño que cultivó entre las personas de ese barrio humilde de Nueva York.

Fue en Harlem donde se reunió con Malcolm X; con el líder soviético Nikita Khrushev: el primer ministro de la India, Jawaharlal Nehru; el presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser; y el mandatario de Ghana, Kwame Nkrumah, entre otras personalidades, apuntó.

A diferencia de su visita en abril de 1959 cuando apenas habían transcurrido cuatro meses del triunfo de la Revolución, en septiembre de 1960, la animosidad por parte del Gobierno de Estados Unidos hacia el proceso de cambios en la mayor de las Antillas había aumentado, detalló la embajadora.

La agresión de la administración de Dwight D. Eisenhower a la delegación cubana resultó extrema, se le impuso restricción de movimiento a Manhattan y una férrea custodia policial, y la excluyeron de actividades ofrecidas por el Gobierno anfitrión, señaló.

También se ordenó a la dirección del Hotel Shelbourne notificarles que debían abandonarlo y otros hoteles céntricos neoyorquinos se negaron a darle alojamiento, agregó.

Estas hostilidades se mantuvieron hasta el último momento, cuando confiscaron la aeronave en que el líder cubano debía regresar a La Habana, recalcó.

Todo esto en flagrante violación de las obligaciones a las que está sujeto el país anfitrión en virtud del acuerdo sede con las Naciones Unidas, observó la diplomática.

Esas acciones buscaban aislar a Fidel y limitar su contacto directo con el pueblo norteamericano, aseveró Rodríguez, pero no pudieron evitar que miles de simpatizantes le dieran la bienvenida en el aeropuerto y lo esperaran a la entrada del hotel.

Tampoco impidió que en el último piso del Empire State, flotara una gigantesca tela, colocada por algún amante de la Revolución cubana, que decía: ‘Bienvenido, Fidel’. (Prensa Latina)