Hazaña desde el box enaltece al béisbol de Cuba (+Foto)
En aquella oportunidad el bateador Irandi Hernández rompió el hechizo de Arnaldo Rodríguez ‘y esta vez me pasaron muchas cosas por la cabeza pues volvieron a traerlo de emergente, pero me enfoqué en localizar los lanzamientos, y aunque le di boleto pude dominar al siguiente’, declaró tras la conclusión del choque con marcador final de dos carreras por cero.
La actuación Rodríguez le permite a Ciego de Ávila no desprenderse del pelotón perseguidor del octavo lugar que cierra la fila de los clasificados a la pos-temporada.
‘Sabemos que ha sido un año muy difícil, por la situación epidemiológica en nuestra provincia, por eso hemos tenido más de 30 partidos de visitante, pero en los últimos juegos he visto al equipo ajustando más detalles y ello nos da más posibilidades de victoria’, sentenció el atleta avileño.
Rodríguez se convierte en el lanzador número 58 en ser protagonista de un juego sin permitir imparable ni anotaciones a la escuadra rival, una proeza conseguida en el clásico antillano por última vez en la temporada anterior con la actuación del estelar del equipo nacional, Freddy Asiel Álvarez, frente a Guantánamo.
El estadio Cándido González de esta ciudad en la VII Serie Nacional fue testigo por vez primera de un juego de este tipo cuando Florentino Alfonso concretó la proeza frente a Matanzas, en un desafío que concluyó con pizarra de una carrera por cero.
En la mayor de las Antillas sólo un pitcher ha podido repetir este tipo de actuación en dos juegos consecutivos, la marca corresponde a Aquino Abreu, lanzador de Centrales en la Serie del año 1966, cuando dominó a los equipos de Occidentales e Industriales. (Prensa Latina)