Extraen fortuna a la tierra productores de santacruceña comunidad El Francés



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Santa Cruz del Sur, 1ro nov .- Después de caminar lo necesario, “al cantío de un gallo”, que en el argot campesino significa “cerca”, pero que en la práctica para un novato se convierte en “lejos”, entre caminos maltrechos, afrontando el fogaje pródigo del monte, se cruza entonces un paso seguro del río Najasa.

Luego de aferrarse con manos y pies a una resbaladiza elevación que se conecta al delgado sendero, se va a dar hasta la misma finca La Esperanza, convertida tras cuatro años de explotación en un predio donde la fortuna se crea con el trabajo continuo.

Tanto marabú a desbrozar no era faena para débiles, por eso Luis Montada Gordo fue capaz de abrirle la herida al embarazoso arbusto con un machete preparado para tal contienda, a la que se unieron en similar arrojo su compañero Vidal Roja Alonso y Bárbara Pérez Martínez, la esposa, además de familiares y amigos.

“Solicité una caballería de tierra por el Decreto Ley 259… sabíamos lo que nos esperaba. No hay enemigo invencible si la moral de los hombres es dura como el jiquí. Por eso razón le partimos para arriba a troncos y espinas. Ya se ve el resultado. Hemos desmontado 200 cordeles, quedándonos por limpiar 120”.

Veintidós hectáreas dedicadas al cultivo de los plátanos burro y macho facilita las comercializaciones a Acopio y los aportes a centros escolares, instituciones de la Salud Pública y a las empresas CULTISUR dedicada al cultivo del camarón y el Combinado Pesquero “Algérico Lara Correa, pues le han cosechado a esos campos, en lo que va de año, 200 quintales.

“También se ha entregado igual cantidad de calabaza, 8 quintales de tomate y 30 entre cebolla amarilla y morada. Contamos, incluso, con una hectárea de maíz seco destinado a comida animal. En cuanto a la yuca ya se han sacado 30 quintales”, especificó Montada.

Cuando la faena es fuerte no faltan los verdaderos amigos. Cangres afuera y tubérculos a los sacos se ejecutó con mucha rapidez. Varios productores del poblado El Francés, en Santa Cruz del Sur, donde se asienta La Esperanza, fueron a sudar la camisa.

“Cuando Güicho, así le decimos a Luis, nos pidió la ayuda, le dimos la respuesta con nuestra presencia. Cuando terminemos deseo que usted me acompañe al sitio donde tengo plantado mi arroz”, manifestó solícito Argelio Padrón Barrera.

Nicasio Torres Linares ya transita por el 71 cumpleaños: “Todavía brinco, corro y soy eficiente en el trabajo. Me atrevo a competir con cualquier joven. Los años no me pesan pero si no cojo el surco seguro la carcoma acaba conmigo”, exterioriza jocoso.

Compromiso cumplido

Argelio Padrón Barrera y Manuelky Fuentes Torres tienen convenios con la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC), 9 de Noviembre. Son usufructuarios dedicados a la siembra de arroz. Asi llevan ambos mucho tiempo sin que sus huesos se hayan quejado una vez.

En 20 cordeles crece un saludable arroz al que se le aplicó el sistema de terraza. “El sacrificio es grande pero más adelante llega el resultado”, señala Padrón. El año pasado en diez cordeles recogí 100 sacos (cinco toneladas).

A principios de diciembre comenzará a picar el grano del tipo “Reforma”. “Espero llenar unos cuantos bolsos. No quiero todavía cantar victoria”.

Fuentes aprendió los secretos del arroz con su padrastro. “Ya le cogí el golpe”. En terrazas de varios tamaños tienen un total de 30 cordeles. “Las dos cosechas del 2014 nos aportaron en total 400 quintales”.

Ambos explican que al acopiarse el producto se vuelven a preparar las terrazas, se forman los diques a mano y por un canal se le conduce el agua. El fangueo con un tractor da lugar a la siembra de las posturas.

Tanto el “Reforma” como el “Bronce” 15 son cereales que aportan mucho rendimiento. Así lo esperan nuevamente Argelio y Manuelky.