Evalúa Gobierno cubano Política Nacional de la Vivienda a dos años de su implementación
La Habana, 6 feb.- Cuba entra al tercer año de la Política Nacional de la Vivienda. Es una ambiciosa, pero realizable meta —si se hacen las cosas como se deben— que ha de permitir resolver en una década los déficits habitacionales acumulados en el tiempo, que impactan en negativo en el ámbito social y económico del país.
En su primer bienio, los resultados son loables. Mas en el trasfondo, el trabajo no ha marchado tan bien como se esperaba, según lo confirmaron las críticas que hizo la dirección del país al Programa Nacional de la Vivienda en el más reciente chequeo al mismo por parte del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
La videoconferencia con las gobernadoras y gobernadores de las 15 provincias del país y el intendente de la Isla de la Juventud fue conducida por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz. Participaron también el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, junto a otros viceprimeros ministros y titulares de varias carteras.
El humanista programa de subsidios para la construcción de viviendas, en especial el levantamiento de cédulas básicas habitacionales (CBH), sigue siendo el talón de Aquiles de la Política, y no solo por los números (los incumplimientos se acumulan año tras año, y son grandes), también porque está dirigido a favorecer a las familias vulnerables.
Estas son las personas más necesitadas; tenemos una deuda con ellas, señaló Valdés Menéndez. Pero —dijo— no se le está dando la atención debida. El Partido y el Gobierno en los territorios tienen que ocuparse de esta prioridad, enfatizó el Comandante de la Revolución.
Desde el 2012 hasta la fecha quedan pendientes de terminación 12 mil 201 CBH con financiamiento otorgado. Están en ejecución siete mil 254 en diferentes etapas constructivas, en terminación dos mil 539 y sin iniciar cuatro mil 947.
El Presidente de la República analizó que las CBH tienen una concepción progresiva que parte de la construcción inicial, en 25 metros cuadrados, del módulo básico de una vivienda, el que luego puede irse ampliando para elevar el confort y calidad de vida de sus habitantes.
Estas unidades habitacionales generan, además, por concepto de elaboración local de materiales de la construcción, nuevos empleos e ingresos, y permite levantar más casas. ¿Por qué cuesta tanto trabajo terminar las CBH? Preguntó el Jefe de Estado. Porque no se les dedica el tiempo y el esfuerzo que llevan, denunció.
Otra situación criticada, en específico por el premier Manuel Marrero Cruz, fue la mala interpretación dada al Acuerdo No. 8574 del Consejo de Ministros, que ha propiciado que hogares construidos de forma ilegal años atrás, pero que ahora se legalizan, estén siendo reportados como nuevas viviendas terminadas por parte de autoridades territoriales.
El Acuerdo No. 8574 se adoptó para resolver en un plazo de seis años la situación de las viviendas que fueron construidas de forma ilegal, pero que se hicieron en consonancia con las regulaciones urbanísticas establecidas; sin embargo, están engrosando impropiamente los nuevos inventarios habitacionales, incluyendo unas cuantas que tienen condiciones de precariedad.
Pero se mueve…
Vivian Rodríguez Salazar, directora general de la Vivienda, del Ministerio de la Construcción, informó que en el año 2020 se terminaron 47 mil 297 nuevos hogares, el 115 % del plan (era de 41 mil 014).
El programa estatal se cumplió al 92 % (13 mil 865 viviendas) y el de los subsidios solo llegó al 61 % (7 593 CBH). Por esfuerzo propio fueron inauguradas 25 mil 839 unidades de las 13 mil 632 previstas para el segundo año de la Política.
Para el período que comienza el plan mínimo prevé 44 mil 652 viviendas a terminar por las diferentes vías. De ellas, 15 mil 872 serán resultado de la labor estatal (además de siete mil de la Agricultura y AZCUBA); y 12 mil 201 por vía del subsidio, todos aprobados y con financiamiento en las cuentas bancarias de los subsidiados, incluido los nuevos montos derivados de la Tarea Ordenamiento.
En el esfuerzo propio el resultado esperado debe superar las 16 mil 579 nuevas viviendas. El plan de rehabilitación de 2021 prevé 34 mil 759 acciones constructivas, seis mil 856 por vía estatal y 27 mil 903 por esfuerzo propio.
Sobre la política a favor de la dinámica demográfica, Rodríguez Salazar señaló que de las 28 mil 679 madres con tres o más hijos que demandan acciones constructivas, en 2020 se beneficiaron, por las diferentes vías (financiamiento asignado, subsidios y plan estatal), cinco mil 348 madres y se culminaron dos mil 029 acciones constructivas. De forma acumulada se han beneficiado cinco mil 735 madres, incluyendo las entregadas en 2019 (387). Este año se deben concluir o asignar cinco mil 658 inmuebles para este destino.
Con respecto a la recuperación de daños por eventos climatológicos, se informó que de las tres mil 766 afectaciones de la tormenta tropical Laura, se solucionaron tres mil 332 (88 %); y de las 757 dejadas por Eta se han resuelto 523 (69 %).
De las afectaciones climatológicas en general, en 2020 se solucionaron 20 mil 133. Quedan pendientes 51 mil 619, de ellas: 49 mil 594 derrumbes totales y parciales, 373 afectaciones totales y parciales de techos, y mil 652 afectaciones en hogares de Tipología l.
Inventario nacional
El fondo habitacional de la Isla al cierre de diciembre de 2020 era de tres millones 946 mil 747 viviendas. El 63 % se encuentra en buen estado técnico (dos millones 493 mil 894) y el resto es calificado de regular y malo (un millón 452 mil 852).
Las viviendas catalogadas como en buen estado se incrementaron un 2 %, mientras que las regulares y malas cayeron en igual magnitud. De la aprobación de la Política Nacional de la Vivienda (diciembre de 2018) a la fecha, el fondo habitacional del país creció en 121 mil 886 hogares.
Por su ubicación geográfica, el 76 % de los hogares cubanos están en asentamientos urbanos (dos millones 997 437); en zonas rurales hay 949 mil 310. Aunque porcentualmente se mantiene en términos iguales a años anteriores, el mayor crecimiento continúa siendo en la zona urbana. El déficit habitacional disminuyó en 2020; ahora se ubica en 862 mil 879 unidades. (Presidencia Cuba) (Foto: Estudios Revolución)