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Entre el temor y la esperanza marchan las negociaciones sobre Gaza

El Cairo, 5 may.- Las conversaciones para alcanzar un cese el fuego en Gaza entraron hoy en una fase crítica con reportes diferentes sobre la marcha del diálogo, mientras desde Israel el Gobierno amenaza con asaltar la superpoblada ciudad de Rafah.

Aunque medios de prensa árabes mostraron un renovado optimismo en esta nueva fase de contactos, iniciados ayer tras la llegada a El Cairo de una delegación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), desde la vecina nación hay mucho más pesimismo.

Las conversaciones entre los representantes del grupo armado y los mediadores egipcios generaron todo tipo de especulaciones e informaciones contrarias en medio de la severa crisis humanitaria que vive ese enclave costero.

La principal discrepancia para alcanzar un compromiso que permita intercambiar prisioneros está en torno al futuro del conflicto, que causó la muerte a más de 34 mil palestinos, la mayoría mujeres y niños, además de 77 mil heridos.

Hamas reclama su fin, pero Israel rechaza de forma tajante comprometerse hasta acabar con la milicia, un punto que muchos observadores regionales consideran imposible.

En las últimas horas, televisoras israelíes afirmaron que la milicia islamista retiró su exigencia de avanzar a una paz sostenida en una primera fase de la tregua, pero luego una fuente reiteró la postura oficial del grupo al canal qatarí Al Jazeera.

“No habrá acuerdo sin un alto el fuego permanente”, afirmó uno de los dirigentes de esa formación, que no fue identificado.

Asimismo, acusó al primer ministro Benjamin Netanyahu de obstaculizar un eventual pacto “con su insistencia a continuar la guerra” y de buscar un acuerdo de intercambio de prisioneros sin vincularlo el primer punto.

Precisamente, ayer la Oficina del primer ministro publicó dos inusuales mensajes en nombre de “un político”, que la prensa nacional consideró como una estratagema de Netanyahu para dar su opinión pública.

En ambas declaraciones, “el político” negó los informes árabes sobre progreso y afirmó que “bajo ninguna circunstancia Israel aceptará el fin de la guerra” al tiempo que renovó la amenaza de entrar en Rafah, donde hay más de un millón de palestinos refugiados.

En respuesta, Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra y opositor a Netanyahu, llamó a actuar con calma y evitar la histeria por razones políticas.

De hecho, el portal noticioso Ynet señaló que en el Gobierno de ese país hay mucho pesimismo con la respuesta que dará Hamas.

No obstante, el medio afirmó que los mediadores están redactando formulas suficientemente vagas para que ambas partes se den por satisfechas y avancen en el proceso.

Israel también desmintió anoche una información del diario Al Sharq Al Awast, según la cual aceptó liberar a Marwan Barghouti, uno de los principales dirigentes del movimiento gubernamental Fatah y muy popular en las calles palestinas.

Considerado uno de los líderes de la Segunda Intifada (levantamiento, en árabe) Barghouti lleva más de dos décadas en prisión.

Netanyahu intenta sortear por un lado la creciente presión internacional para detener los combates y por otro la de sus incómodos aliados de la ultraderecha en el Gabinete, imprescindibles para mantenerse en el poder, que reclaman continuar la agresión a Gaza.

Precisamente, la víspera los ministros de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y de Finanzas, Bezalel Smotrich, amenazaron por separado con retirar a sus partidos de la coalición si hay un alto en la guerra, lo cual obligaría a convocar a elecciones adelantadas, que, según las encuestas, no favorecerían al jefe de Gobierno.

En declaraciones a una agencia de prensa internacional, una fuente de Hamas también rebajó anoche las expectativas al señalar que “no hay novedades en las conversaciones” en El Cairo, aunque dejó la puerta para un avance en la continuación este domingo.

En otros puntos si hay más consenso: la liberación en la primera fase de 33 detenidos israelíes, de más de 130 (no todos vivos), a cambio la excarcelación de cerca de un millar de palestinos, incluidos a numerosos que cumplen cadena perpetua.

También hay acuerdo con la retirada israelí de las zonas pobladas de la Franja y el regreso al norte del enclave de cientos de miles de desplazados.

Mientras en esta capital se trata de dar un respiro a los más de dos millones de gazatíes, y de impulsar, si es posible, el fin de la guerra, el Ejército israelí continúa su ofensiva militar contra el enclave, a días de cumplir siete meses. (Tomado de Prensa Latina)