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[:es]El envejecimiento se puede detener[:]

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Lo mejor que le puede suceder a cualquier persona es interesarse por conocer detalles del envejecimiento para estar consciente de lo que va a enfrentar con el paso de los años; se trata de un proceso natural en la vida de cada individuo desde que nace, crece, se desarrolla y madura.

Tarda algunos años darse cuenta de lo diferente que se es de joven y luego al pasar una o dos décadas de la vida. Se está tan enfrascado en el trabajo, la crianza de los hijos, la superación profesional, hasta que un día, al mirarse en el espejo viene la sorpresa de que hace tiempo quedaron atrás los años mozos.

En este transcurso se notan muchos cambios y, si bien nadie se escapa del paso del tiempo, este progreso varía de persona a persona, y muchas parecen no envejecer a la misma velocidad que otras.

Según el Instituto Nacional del Envejecimiento, adscrito a los Institutos Nacionales de la Salud (NIA, por sus siglas en inglés), por mucho tiempo, los científicos estudiaron los mecanismos que llevan al envejecimiento y explican que las células del cuerpo reciben señales internas y externas producto de lesiones, infecciones, estrés e incluso la comida que se consume, que hacen que el cuerpo reaccione y se ajuste a través de diferentes mecanismos, como el metabolismo o la regulación de los genes.

Cientos de teorías sobre qué propicia este proceso han visto la luz, pero la investigación en este campo todavía continúa y, aunque no existe una mítica fuente de la juventud, sí se han podido identificar algunas estrategias que, realizadas diariamente, pueden ayudar a contrarrestar el envejecimiento. El fin no es solamente lucir mejor, sino vivir más tiempo, saludablemente.

Según el Centro Nacional para la Salud Complementaria e Integrativa, adscrito a los Institutos Nacionales de la Salud (NCCIH, por sus siglas en inglés), la meditación es una práctica de mente y cuerpo que tiene una larga historia para aumentar los niveles de calma y relajación física, mejorando el balance psicológico, la habilidad de manejar enfermedades y condiciones de salud, y mejorando la salud y el bienestar en general. Aunque existen diferentes tipos de meditación, de acuerdo al NCCHI, todas tienen cuatro elementos en común: un lugar tranquilo para realizarla, una postura cómoda, un foco de atención y una actitud abierta.

Aunque no se sabe con exactitud cómo la actividad física beneficia a nuestro cuerpo a nivel molecular, sí se conoce que prácticamente cualquier tipo de ejercicio tiene efectos beneficiosos para la salud.

Según los expertos en el tema, el ejercicio conserva y mantiene la fuerza para poder seguir siendo independiente; brinda más energía para hacer las cosas que deseas hacer; mejora el equilibrio; previene o retrasa algunas enfermedades; mejora el estado de ánimo y disminuye el estado de depresión.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la meta es totalizar 150 minutos de actividad a base de intervalos de al menos 10 minutos cada uno a lo largo de la semana. Puedes salir a caminar, bailar, montar bicicleta o nadar, entre otras actividades que disfrutes. Si vas añadir una rutina de ejercicio a tu estilo de vida, recuerda consultar antes a tu médico.

Es sabido que los rayos ultravioleta del sol pueden afectar la piel en tan solo 15 minutos. Por ello, de acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), aplicar un protector solar es una de las estrategias antienvejecimiento más sencillas que existe. No sólo protege a la piel de las señales visibles del envejecimiento, como arrugas y manchas, sino que también evita el desarrollo del cáncer de la piel.

Los dermatólogos son del criterio que un eficiente protector solar es la ropa que se usa, sobre todo cuando se trata de un crudo verano; de ahí que no deben faltar las camisas y blusas de mangas largas, cuellos, las gorras y sombreros, los espejuelos oscuros, y tratar de no exponerse al sol en los horarios comprendidos entre las 10 de la mañana y las cuatro de la tarde.

La Sociedad Americana sobre el Envejecimiento (ASA, por sus siglas en inglés) explica que las relaciones sociales positivas tienen un impacto beneficioso en la salud y en la calidad de vida. Una conversación animada y compartir con amigos y familiares, puede promover la esperanza y la alegría, lo que, a su vez, influencia la actividad física, una mejor alimentación y el deseo de involucrarse en más actividades sociales.

Esta apertura en la interacción social en otras áreas, como las citas médicas, por ejemplo, hará que la persona haga más preguntas y sea más proactiva con su salud. De esta manera se evitan la soledad y el estrés, que han probado ser perjudiciales para la salud física y mental.[:]