El antígeno prostático específico como marcador pronóstico en el cáncer de próstata
La terapia de deprivación androgénica ha sido el tratamiento primario para el cáncer de próstata metastásico durante décadas. Sin embargo, existe evidencia clara de los beneficios sobre la progresión tumoral y la sobrevida cuando la terapia de deprivación androgénica se combina con los nuevos inhibidores de los receptores de andrógenos como apalutamida. Sin embargo, la mejor combinación de fármacos aún debe establecerse.
El antígeno prostático específico (APE) es un marcador pronóstico clave, cuyo descenso rápido y pronunciado se asocia con mejores resultados del tratamiento. Un estudio multicéntrico español analizó retrospectivamente la asociación entre los nuevos puntos de corte del antígeno prostático específico y la sobrevida en pacientes con este tipo de cáncer tratado con apalutamida. Los resultados principales fueron la sobrevida global y la sobrevida libre de progresión radiológica, estratificados por valores de antígeno prostático específico.
Tras el tratamiento con apalutamida, la mayor parte de los pacientes (58,2 %) alcanzó niveles ultra bajos de antígeno prostático específico (< 0,02 ng/ml) en los primeros seis meses. Los pacientes con tumores metacrónicos, de bajo volumen o estadio M1a mostraron una mayor prevalencia de niveles ultra bajos de antígeno prostático específico. La sobrevida global de este grupo a los 18 meses fue del 100 %, lo mismo que la libre de progresión radiológica. (Tomado de Infomed)