EE.UU. sin aceptar ayuda de Cuba para investigar incidentes de salud
El especialista precisó que tras la publicación del reporte de un comité de expertos de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina estadounidenses (Nasem por sus siglas en inglés), contactaron al presidente de ese grupo de trabajo para ofrecer la cooperación de la Academia de Ciencias de Cuba, pero no hubo respuesta.
Los científicos cubanos también se dirigieron a la Asociación de Avances para la Ciencia de Estados Unidos y al equipo médico del Departamento de Estado norteamericano, mas su colaboración nunca fue aceptada y hasta ahora han mantenido compartimentada la información.
En cambio, comentó, sí lograron intercambiar con los investigadores canadienses acerca de los casos reportados por funcionarios de la embajada de ese país en La Habana, a partir de lo cual diseñaron estudios para dar seguimiento a sus hipótesis; empeño retrasado debido a la Covid-19.
Valdés-Sosa señaló que actualmente Washington está ante un dilema, porque continúan apareciendo personas afectadas en distintos lugares del mundo y la única manera de resolver el asunto es escuchar a la ciencia.
Añadió que si bien el Gobierno de Estados Unidos actualmente se refiere al tema como incidentes de salud no identificados, todavía persiste el uso del término ‘síndrome de La Habana’ para aludir a este fenómeno.
Es una denominación creada por algunos periodistas y que otros, incluidos políticos estadounidenses, han utilizado de forma irresponsable, enfatizó el especialista, y agregó que es absurda pues no existe un nuevo síndrome y tampoco puede ser vinculado solamente a la capital cubana.
Quienes emplean el término, en particular congresistas anticubanos, buscan lograr una asociación negativa y hacer daño a las relaciones entre los dos países, significó.
Los incidentes de salud reportados por diplomáticos estadounidenses sirvieron como pretexto para cerrar los servicios consulares en Cuba y de esta manera dificultar los trámites migratorios y de reunificación familiar, denunciaron autoridades de la isla.
El Departamento de Estado norteamericano también reconoció este año que la decisión de reducir el personal en La Habana no siguió los procedimientos, y tampoco fue precedida ni seguida de análisis de sus riesgos y beneficios.