EE.UU.: proponen limitar acceso a armas frente a terrorismo doméstico
Harris bautizó a su propuesta legislativa de bandera roja como Ã’rdenes de Prevención del Terrorismo Doméstico, las cuales facultarían a los tribunales federales para ‘confiscar temporalmente el arma de un presunto terrorista o individuo que pueda perpetrar inminentemente un delito de odio’, según citó la televisora CNN.
A partir del plan de la senadora, la policía o la familia de un sospechoso podrían solicitar a una corte que retire las armas de esa persona antes de que se pueda cometer un crimen.
En total, 17 estados del país más el Distrito de Columbia han aprobado algún tipo de ley de bandera roja, las cuales se aplican ante sospechas de que una persona representa una amenaza para sí misma u otros, pero los grupos de prevención de la violencia armada dicen que una normativa federal uniforme para todos los territorios sería más efectiva.
Por el contrario, los opositores a ese tipo de medida sostienen que las regulaciones de bandera roja permiten a las agencias de salud mental o a los familiares confiscar las armas sin el debido proceso.
La candidata demócrata afirmó, de ser elegida presidenta y si el Congreso no actúa dentro de los 100 días primeros días después de su mandato, firmaría una orden ejecutiva para exigir verificaciones de antecedentes de todas las ventas de armas en línea.
En la actualidad, es posible comprar un arma en Internet sin una verificación de antecedentes en 30 estados del país.
Las armas cargadas no deberían estar a pocos clics de distancia para cualquier terrorista doméstico con una computadora portátil o un teléfono inteligente, expresó Harris en un comunicado.
‘Necesitamos tomar medidas para mantener las armas fuera del alcance de las personas peligrosas y detener los ataques violentos alimentados por el odio antes de que sucedan. Al centrarnos en enfrentar estas amenazas terroristas internas, podemos salvar vidas’, apuntó.
El debate sobre el tema se incrementó desde los tiroteos masivos ocurridos los días 3 y 4 de agosto en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, lo cuales dejaron saldo de 31 muertos y 51 heridos.
La primera de esas masacres es investigada como un caso de terrorismo doméstico y crimen de odio, pues el sospechoso, quien se encuentra bajo custodia de las autoridades, es considerado el autor de un manifiesto antiinmigrantes publicado en línea y reconoció ante las autoridades que su objetivo era atacar a mexicanos. (Prensa Latina)