Echa de menos a sus pequeños escolares educadora de Santa Cruz del Sur

Santa Cruz del Sur, 6 may.- Las cariñosas expresiones extraverbales acentúan el fiel amor a su profesión. Habló enternecedora de los 20 pequeños escolares que hace muchos días dejó de besar y abrazar por culpa de la COVID-19.

Yurisleidi Martínez Naranjo es maestra de uno de los tres grupos del citado nivel de la escuela primaria Ignacio Agramonte del territorio. La encontró el periodista cumpliendo con la guardia obrera, junto a otros trabajadores de la institución, mientras sus dos hijos se mantenían en la casa al cuidado del padre.

La entrevistada miró por unos instantes hacia el busto de José Martí, luego hacia la plazoleta, lugar donde habitualmente, antes de la aparición de la enfermedad, se congregaban los discípulos para efectuar los matutinos.

Con un dejo de nostalgia la joven maestra aseveró echarle de menos a sus educandos. Comentó que con ellos se comunica telefónicamente porque es necesario respetar el aislamiento social. Por esa vía los mima y les evacúa las dudas que tengan de las teleclases.

Hasta el tercer periodo del curso lectivo 2019-2020 pudo impartir las clases a los inquietos discípulos. Ellos, puntualizó feliz, dominan los contenidos relacionados con la redacción, ampliación de oraciones, saben ordenar y comparar cifras numéricas, resuelven cálculos de adición y sustracción, entre otros.

Y lo más importante, manifestó, es que no han dejado de estudiar y aprender los nuevos contenidos que reciben a través de la programación educativa, siempre acompañados de sus progenitores.

La consagrada maestra Yurisleidi Martínez Naranjo de la  escuela primaria Ignacio Agramonte volverá más temprano que tarde a abrazar y besar a sus colegiales, como también lo harán los demás educadores de la comarca santacruceña. Ese deseo se hará realidad. La COVID-19 tendrá su final definitivo.