Deporte

Del COI, los juegos olímpicos y la libertad de expresión

La Habana, 27 abr.- El Comité Olímpico Internacional (COI) protegerá la neutralidad de los juegos bajo los cinco aros, aunque una serie de recomendaciones abren nuevas posibilidades de expresión a los participantes sobre los asuntos sociales y políticos que les preocupen.

A ese estadio llegó un largo proceso de consultas sobre la polémica Regla 50 de la Carta Olímpica, que entre junio de 2020 y abril de 2021 involucró a 3 mil 500 atletas de 180 países.

La investigación fue realizada por una agencia profesional e independiente denominada Publicis Sports and Entertainment, cuyos resultados fueron presentados ante la comisión de atletas y el ejecutivo del COI.

Si hasta ahora la llamada libertad de expresión de los atletas estaba habilitada en las conferencias y entrevistas de prensa, en las reuniones de equipo y en otras acciones en medios de comunicación, ahora el abanico se abre un poco más…

Por ejemplo, durante las ceremonias de apertura y clausura de los juegos se escucharán mensajes sobre la solidaridad, la unidad, la igualdad y la no discriminación, presentes incluso en la lectura de los nuevos juramentos de atletas y árbitros.

Esos conceptos también podrán tomar fuerza en el Mural de la Tregua Olímpica, dispuesto cada cuatro años en la villa de las citas, así como en el vestuario y los perfiles en redes sociales de atletas, entrenadores, federativos, etc.

El COI, a partir de las consideraciones recibidas, también promociona la idea de que los deportistas olímpicos se expresen más abiertamente sobre los temas de su interés fuera de los juegos, aprovechando su liderazgo y protagonismo.

En cuanto al centro de atención de la polémica, las expresiones en podios, terrenos y ceremonias oficiales, los resultados del estudio parecen concluyentes…

El 70 por ciento de los consultados se manifestó en contra de que se realicen acciones (protestas, propaganda, etc) en el campo y las ceremonias, mientras el 67% dijo lo mismo en referencia al podio.

Expertos en derechos humanos implicados en la investigación explicaron que el ejercicio de los mismos tiene límites, y se fijan en el respeto a los otros y en la voluntad de la mayoría.

Además consideraron pertinente evitar manifestaciones políticas y de otro tipo en esos escenarios, puesto que de lo contrario se perdería la neutralidad de los Juegos y su enfoque deportivo, de paz, solidaridad, igualdad y confraternidad.

Otro punto clave tiene que ver con el hecho de que aumentarían las posibilidades de manipulación de atletas para visibilizar causas, problemáticas sociales y políticas de muy diverso interés.

También prevalecerán (aunque revisadas) las sanciones hacia los infractores de lo dispuesto, respecto a lo cual el COI pidió realizar una intensa labor de comunicación sobre el contenido de la Regla 50 de la Carta Olímpica, que pudiera convertirse en dos para separar debidamente todo su contenido.

Sin dudas, se trata de un complicado análisis, aunque esta vez se acercó más a los protagonistas y abre válvulas de escape. Veremos si los límites fijados se cumplen y apaciguan los ánimos en una ápoca tan convulsa. (JIT)