Curiosidades del viejo Palacio Presidencial

El antiguo Palacio Presidencial, actual Museo de la Revolución, ocupa la manzana comprendida entre las calles Refugio y Colón, Zulueta y Monserrate. Su dirección oficial es Refugio No. 1, La Habana.

El general Ernesto Asbert, gobernador capitalino, dio inicio a su construcción para destinarlo a sede del Gobierno Provincial. Pero a Mariana Seba, Primera Dama de la República, le gustó el edificio y convenció a su esposo, el mayor general Mario García Menocal, para que fuera adquirido por el Estado y se destinara a Palacio Presidencial. Hasta ese momento se pensaba que la sede del Ejecutivo la ocupara el edificio que se construía dónde está el Capitolio. El Palacio Presidencial radicaba hasta entonces  en la vieja mansión de los Capitanes Generales, en la Plaza de Armas.

El edificio fue inaugurado como Palacio Presidencial el 31 de diciembre de 1920 por el propio presidente Menocal y el baile con que se abrió es uno de los acontecimientos sociales más importantes de La Habana. La conocida Casa Tiffany, de Nueva York, había tenido a su cargo la decoración del edificio y en su mobiliario y adornos se invirtieron más de millón y medio de dólares. Oro, marfiles y mármoles resaltan el estilo del Palacio. La vajilla era valiosísima y tenía grabado el escudo de la República en cada una de sus piezas. Por las obras de arte que atesoraba, el Palacio era un museo en sí mismo.

Desde ese momento fue sede del Poder Ejecutivo y residencia oficial de los mandatarios cubanos. El doctor Manuel Urrutia Lleó fue, ya en la Revolución, el último presidente que tuvo su residencia en Palacio. Su sucesor, el doctor Osvaldo Dorticós, que siguió despachando en ese edificio, acabó con esa práctica, y vivió primero en un apartamento del edificio de Prado número 20 y luego en Miramar, cerca del Acuario de la calle Primera, en Miramar. En el Palacio  sesionaba el Consejo de Ministros que encabezaba el Presidente de la República. En febrero de 1959, Fidel Castro asume el Premierato y en su calidad de Primer Ministro pasa a presidir el Consejo, que sesiona, muchas veces a partir de entonces, en la antigua sede del Tribunal de Cuentas, actual Ministerio del Interior, mientras que el Premierato se traslada desde su sede en Prado casi esquina a Trocadero para el edificio del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA) actual MINFAR, en la Plaza de la Revolución.

En el Salón de los Espejos del Palacio prestaban juramento y tomaban posesión de su cargo, cada cuatro años, los presidentes cubanos. Hubo excepciones. Grau, en su primer mandato, juró el cargo en la terraza Norte, ante el pueblo, con tal de no jurar la Constitución de 1901, que tenía la Enmieda Platt como apéndice. Márquez Sterling, que solo ocupó la presidencia durante seis horas, lo hizo en la habitación 412 del Hotel Nacional, y Urrutia juró en Santiago de Cuba, convertida entonces en capital provisional de la República. Su primer consejo de ministro sesionó en la biblioteca de la Universidad de Oriente.

El vicepresidente de la República no tenía sus oficinas en el Palacio Presidencial, sino en el Capitolio: por disposición constitucional debía sustituir al presidente en caso de ausencia, enfermedad o muerte y presidía el Senado.

Había en Palacio una Casa Militar y un Servicio Secreto. Gerardo Machado fue el primer presidente que contó con una escolta propiamente dicha. Su jefe era el capitán Manuel Rodríguez Batista, ayudante de Machado desde los días de la Guerra de Independencia. Le decían Colinche y era de origen canario. Machado se movía en un Lincoln blindado y, aparte de la escolta, contaba con la protección del llamado Batallón Presidencial destacado en el castillo de Atarés. Los soldados del Batallón Presidencial viajaban detrás de la escolta en un camión. El Batallón debía proteger también el Palacio Presidencial. Con el tiempo esa función la asumió la Marina de Guerra, cuyo Estado Mayor radicaba en el castillo de la Punta.

No se sabe con exactitud cuándo empezó a dársele el título de Primera Dama de la República a la esposa del presidente. Se supone que fuera en tiempos  Menocal, tercer presidente de la República. José Miguel Gómez, su antecesor, fue el primer mandatario que dispuso de automóvil. Machado fue el primer presidente cubano que utilizó el avión como medio de transporte.

Se habla sobre el asalto al Palacio del 13 de marzo de 1957. Otros asaltos sufrió la mansión del Ejecutivo cubano. El pueblo saqueó Palacio a la caída de Machado, el 12 de agosto de 1933. En la noche del 8 al 9 de noviembre del propio año, el edificio es atacado por la aviación militar, insubordinada contra el gobierno y la jefatura del Ejército. Grau y la familia presidencial se niegan a abandonarlo. En la mañana del 9, la guardia palaciega, sin derramar una gota de sangre, ponía en fuga a cientos de abecedarios que intentaban apoderarse del edificio.

(tomado de Cubadebate)