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[:es]Cubano Larduet se va de Montreal sin medalla[:]

[:es]Montreal, Canadá, 9 oct.- El cubano Manrique Larduet se fue sin medallas del Campeonato Mundial de Gimnasia con sede en esta ciudad, tras quedar en el cuarto puesto de la final individual en las barras paralelas.

El gimnasta nacido en Santiago de Cuba recibió este domingo una alta calificación de 15,100 puntos, superior a la obtenida el jueves en esta misma prueba durante las final de máximos acumuladores, sin embargo, no le alcanzó para incluirse en el podio que encabezó el chino Zou Jingyuan con 15.900.

El segundo y tercer lugares fueron para el ucraniano Oleg Verniaiev y el ruso David Belyavskiy, medallistas de oro y bronce, respectivamente, en esta especialidad en los Juegos Olímpicos de Río de Janerio 2016.

Con este resultado, Larduet se queda a las puertas de otra medalla mundialista, como la plata alcanzada hace dos años en Glasgow en el all around, luego de que este año finalizara en el quinto puesto de la competencia final de esa prueba, tras haber dominado la clasificatoria.

De igual forma, este sábado concluyó séptimo en los ejercicios en el suelo, la otra final individual en la que participó el joven de 21 años de edad dentro de la cita mundialista de la conocida ciudad francófona canadiense, donde, según opinión de expertos, no siempre fue calificado de manera justa por los jueces. (Con información de PL) (http://www.juventudrebelde.cu)

Manrique Larduet, el día de la final de máximos acumuladores

Montreal.-  El día de la final del all around terminó para Manrique Larduet como mismo empezó. En su mente sigue fija, inamovible, la meta de ser campeón mundial, anhelo que nada ni nadie le podrá robar al estelar santiaguero de 21 años de edad.

A la salida del Estadio Olímpico, decenas de aficionados —entre ellos un nutrido grupo de niños— lo esperaban para llevarse el autógrafo del quinto lugar del certamen, reconocimiento que, según muchos especialistas, tiene bien merecido, pues debió incluirse en el podio de máximos acumuladores en la lid del orbe de Montreal.

El prestigioso entrenador japonés Junsuk Iwai, actualmente asesor y preparador de la escuadra colombiana, reconoció en breve intercambio con nuestro diario que la competencia del jueves en la noche presentó muchas deficiencias en las calificaciones y dio la impresión de estar arreglada. «Lo peor es que pienso que va a seguir así, por eso ustedes los cubanos tienen que ser fuertes y mantenerse sólidos para poder ganar», refirió.

Desde el mismo inicio, con una valoración de 13.933 en manos libres, el camino comenzó a llenarse de espinas para Manrique, quien sintió una extraña presión. «Cuando arranco con una nota baja me desanimo, sobre todo si sabes que hiciste bien tu trabajo y los jueces no lo valoran», explicó Larduet a Granma, ya en la madrugada del viernes.

Sentado a la espera del bus que lo llevaría al hotel, el indómito tenía su cabeza llena de interrogantes. «¿Por qué muchas veces los gimnastas reconocidos reciben calificaciones altas aunque no lo hagan perfecto? ¿Cómo se entiende que un hombre que se cayó en un aparato y en el resto estuvo parejo conmigo me supere al final?», me dijo, y tras una pausa, reflexionó sobre su rutina.

«Trabajé mejor que el primer día, sobre todo en libres, barra fija, anillas y paralelas. En arzones, si bien tuve una secuencia limpia y sin contratiempos, la puntuación no la veo mal, pero en los demás aparatos los jueces me llevaron tenso, llegué a sentir que no querían que ganara y eso es una gran decepción», apuntó.

Ya Manrique había repetido esa sentencia varias veces en la noche a decenas de medios que se abalanzaron sobre él, y siempre acotaba que sus palabras no debían interpretarse como excusa. «Lo que decidan los jueces nunca va a ser una justificación si no logramos un resultado. Los cubanos, con la tradición de guerreros que tenemos desde los mambises, saldremos a darlo todo».

-¿Qué sabor te queda luego de la competencia?

Uno siempre quiere más, sobre todo cuando estás adaptado a ganar, pero tras un año tan complejo, se siente algo de satisfacción. Para que tengas una idea, en el 2017 he querido dejar de entrenar, porque me sentía fuera del ámbito internacional, estaba presionado desde Cuba. Me preguntaba todos los días si realmente tendría oportunidad de ganar, porque no sabía lo que estaban haciendo los demás, no conocía sus notas, nadie me había visto competir.

Entrenar es clave, imprescindible, pero cuando te preparas sin tener claro un objetivo no logras estabilidad. Eso nos golpeó, porque no nos tenían en planes para asistir a ningún torneo de máximo nivel, ni siquiera al Mundial, y sentía que me estaba esforzando para nada».

-Después de este quinto lugar, ¿qué viene para Manrique?

-En honor a la verdad, no lo sé. En Cuba, desafortunadamente, a un quinto lugar mundial no se le da tanto valor, y no me parece justo que sea así. Yo fui quinto olímpico, lesionado, y como te dije, no pasó nada, nadie pudo darse cuenta de que ese no era el final, sino que comenzaba un nuevo ciclo con más oportunidades de triunfo. Espero que ahora sea diferente.

-Dices que no paras hasta ser campeón del mundo…

-Así mismo, quiero ganar en algún aparato. No sé si ahora en la discusión de libres y paralelas, o en próximas temporadas. Estoy consciente de que siempre competiré con mucha presión porque es así cuando apuestas todo a un solo evento, pero también me siento más seguro, convencido de que sigo en la élite. Todos los deportistas, para alcanzar la cima, tienen que pasar por momentos amargos como este, y por ello voy a continuar, la máquina seguirá dando guerra. (Tomado de www.granma.cu)[:]