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Cuba aboga en ONU por multilateralismo y rechaza medidas coercitivas

Naciones Unidas, 10 oct.- Cuba destacó la importancia del multilateralismo y el papel de la ONU para apoyar el desarrollo de los países del sur, y rechazó medidas coercitivas unilaterales, como el bloqueo de Estados Unidos.

 

Así expresó el segundo secretario de la misión de la isla ante Naciones Unidas, Juan Miguel González, quien recalcó en la Segunda Comisión de la Asamblea General que en estos momentos urge un sistema multilateral transparente, abierto, no discriminatorio e inclusivo.

‘En un mundo pandémico, desigual, asimétricamente interconectado e interdependiente, que enfrenta crecientes desafíos al orden multilateral vigente, es más relevante que nunca el multilateralismo y el papel de las Naciones Unidas en la promoción del desarrollo’, aseveró.

Asimismo, el diplomático cubano rechazó las acciones unilaterales, proteccionistas y excluyentes de unos pocos Estados, que defienden intereses estrictamente nacionales y debilitan y reducen el marco multilateral y las instituciones existentes.

Todo esto en detrimento de las soluciones globales y colectivas a los desafíos que enfrenta la humanidad, subrayó.

Cuba trabaja por su desarrollo sometida al injusto y criminal bloqueo del Gobierno de Estados Unidos, recrudecido con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton y con nuevas medidas implementadas este año, varias de ellas en el contexto de la pandemia de la Covid-19, señaló.

A estas sanciones contra la isla se suma una voraz campaña por parte de Washington y sus aliados por desacreditar a las brigadas médicas cubanas, cuya labor es reclamada y reconocida internacionalmente, denunció.

Tales acciones no solo dañan a Cuba, resaltó, sino también a otros pueblos del mundo urgidos hoy de expresiones de solidaridad y no de egoísmo e intereses mezquinos.

En nombre de Cuba, González reiteró la necesidad y vigencia de los postulados por un Nuevo Orden Económico Internacional, basado en la equidad, la igualdad soberana, el beneficio común y la cooperación entre todos los Estados, que corrija las desigualdades actuales y garantice un desarrollo económico y social justo.

Asimismo, se refirió a la relevancia de que los países en desarrollo alcancen la soberanía tecnológica, un mayor acceso en materia de financiación, inversión, creación de capacidades, infraestructura, así como transferencia de tecnologías.

La brecha de desarrollo que separa al Norte del Sur continúa creciendo, enfatizó, y ahora se ve amplificada por diferencias estructurales en múltiples ámbitos que imposibilitan, para muchas de esas naciones, escalar a niveles superiores de desarrollo.

(Prensa Latina)