Ángel Sánchez, un santacruceño conguero de la cabeza a los pies
Noviembre 2021.- Numerosas eran las prohibiciones que a diario los padres le imponían al pequeño para no dejarlo salir del hogar en horario nocturno. “Pero a la menor oportunidad me daba la escapada para la esquina próxima a mi casa donde ensayaban bailarines y músicos de una comparsa”.
A Ángel Sánchez Sánchez nada le complacía más que escuchar la sugestiva música tocada por los conqueros. “Todavía a los 75 años tengo ese ritmo en la sangre.
Mis hermanos tocaron varios instrumentos musicales en las comparsas. Rigoberto, mi hermano mayor, era un bailarín para respetar. En no pocos carnavales dejó huellas imborrables”, expuso emotivo.
El vecino de la calle Pepito Tey se inició como sartenero en la comparsa dirigida por Papi Fengue y en la nombrada la Canalla Pefumada, donde sólo bailaban hombres.
También en los Indios del Caney, comandada en los primeros tiempos por Zenaida Almenares y después bajo la guía de El Negro López.
“Los sartenes, insistió, son un elemento básico en las congas cubanas; expresan alegría y musicalidad”.
Con el tiempo comenzó a tocar el bombo a causa de sentir molestias en el hombro derecho.
“Pude acompañar, sin perder las energías, a Los Bastoneros, Los Dandi del Hatuey, Arabia de Cuba, a las comparsas organizadas por el músico Manfredo Couto, y en etapa más reciente la de Cirilo y su tren”.
El santacruceño Ángel Sánchez Sánchez declaró con “toque” de sartenero en sus palabras sentirse conguero de la cabeza a los pies.