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Amenaza de despliegue militar, más leña al fuego en EE.UU.

Washington, 3 jun.- La amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de desplegar el Ejército para hacer frente a las protestas desatadas en el país contra la brutalidad policial, provoca cuestionamiento incluso entre republicanos y funcionarios del Pentágono.

El jefe de la Casa Blanca, quien ha sido criticado por mantener una retórica divisiva en medio de las multitudinarias manifestaciones ocurridas en decenas de ciudades norteamericanas en los últimos días, se refirió al tema ayer durante una alocución en la mansión ejecutiva.

‘Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré el Ejército de Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema para ellos’, manifestó.

Medios locales señalaron de inmediato que, aunque no la mencionó por su nombre, para dar ese paso el gobernante republicano invocaría la Ley de Insurrección.

Esa normativa de 1807 le da al mandatario el poder, en algunas condiciones, de enviar fuerzas militares a los estados para calmar disturbios públicos generalizados y apoyar la aplicación de la legislación civil.

Pero, antes de invocarla, el presidente debe llamar a los ‘insurgentes’ a dispersarse, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso publicado en 2006. Si no se restablece la estabilidad, puede emitir una orden ejecutiva para desplegar tropas, precisó el diario The New York Times.

Otro periódico, The Washington Post, señaló que el gobernante tiene la autoridad legal para enviar personal militar en servicio activo hacia los estados con vistas a ayudar a sofocar las protestas.

Las movilizaciones registradas en más de 70 ciudades se desencadenaron a raíz de la muerte el 25 de mayo del afronorteamericano George Floyd, luego de que el policía blanco Derek Chauvin se arrodilló sobre su cuello por varios minutos mientras él decía que no podía respirar.

Esas acciones contra el racismo y la brutalidad policial se tornaron violentas en varios lugares, incluida la capital del país y grandes urbes como Nueva York, con reportes de incendios, saqueos y vandalismo, lo cual llevó a Trump a atacar a los manifestantes, a quienes llegó a calificar de ‘matones’.

Analistas citados por el Post dijeron que si bien Trump tiene la potestad de ordenar la presencia militar en las calles, ese movimiento dramático ‘probablemente generaría un fuerte rechazo de algunos funcionarios estatales y locales’.

Muchos estados ya movilizaron a la Guardia Nacional y el gobierno federal también adoptó una respuesta dramática, sobre todo el Washington D.C., donde varias agencias fueron puestas en función de ‘ayudar a la restauración del orden’, según una fuente del Departamento de Justicia.

El jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, el general Joseph Lengyel, comunicó hoy a periodistas que más de 18 mil miembros de esa rama responden a los disturbios civiles en 29 estados y Washington D.C., una cifra que puede aumentar.

El gobernador de Nueva York, el demócrata Androw Cuomo, declaró a la cadena de televisión CNN que respondería a la propuesta de enviar tropas federales con un ‘gracias, pero no, gracias’.

De acuerdo con Cuomo, el jefe de la Casa Blanca quiere centrar el tema de las protestas en los casos de saqueo, porque no quiere hacer referencia al asesinato de Floyd. ‘No quiere hablar realmente sobre racismo y discriminación’.

Otro demócrata, el gobernador de Illinois, Jay Robert Pritzker, sostuvo que no solicitarán asistencia militar en su territorio. ‘No puedo imaginar por qué cualquier gobernador va a hacer eso. Es ridículo’.

La posibilidad también encontró rechazo dentro del Partido Republicano, pues la senadora Lisa Murkowski advirtió contra una mayor militarización, al considerar que esa no es la respuesta adecuada a la ansiedad, el miedo y la desconfianza que se viven en el país.

No creo que el Pentágono quiera entrar en esto a menos que sea absolutamente necesario. Necesitamos restablecer el orden, pero el uso de tropas militares en circunstancias como esta es una ocurrencia bastante rara, dijo su colega de la fuerza roja Lindsey Graham, un aliado cercano a Trump.

Según CNN, funcionarios del Departamento de Defensa le dijeron que hay una profunda y creciente incomodidad con el tema entre miembros de esa entidad federal, incluso antes de las declaraciones de Trump este lunes.

A decir del medio, algunas figuras del Pentágono estiman que la situación aún no requiere el despliegue de tropas en servicio activo, a menos que los gobernadores estatales expongan un argumento claro de que esas fuerzas son necesarias. (Prensa Latina)