Agradece paciente de COVID de localidad santacruceña atención médica recibida

Por Raúl Reyes Rodríguez

Santa Cruz del Sur, 14 may.- La pandemia sin rostro entró sin pedir permiso alguno en la fuerte estructura corporal de Lázaro Chacón Cuevas. Fue él uno de los más de 50 casos de la localidad contagiado por el virus en el mes de marzo del actual calendario.

“Pensaba que tenía solamente un catarro. Llevaba varios días trabajando día y noche. Me sentía fatigado”, rememoró. El liniero del grupo número seis de la Organización Básica Eléctrica (OBE) a este nivel, decidió acudir al médico.

Cuando le realizan al lugareño la prueba correspondiente en el hospital municipal José Esperidón Santiesteban Báez, el resultado fue positivo. Sin embargo la pandemia pretendió jugar a la escondida con él.

En el hospital provincial Manuel Ascunce Domenech le fue un hecho un PCR dándole negativo. “Volví para la casa, acotó, pero me seguía sintiendo mal.

Al retornar a la institución hospitalaria camagüeyana queda ingresado. El análisis de rigor fue esta vez certero, Chacón Cuevas estaba bajo las redes del nuevo virus.

Allí tuvo tiempo de meditar con las personas que había contactado, entre ellas su familia y compañeros de trabajo. “Deseaba no le fuera a pasar lo mismo. Esta enfermedad es muy mala”, señaló.

Los 18 días de ingreso entre el Manuel Ascunce Domenech y el Militar, enclavados ambos en La Ciudad de Los Tinajones mantuvieron en vilo pero con mucha fe a Mireya Tereza Cuevas Sánchez y Marelis Martínez Reytor, la madre y esposa, en igual orden, del consagrado liniero.

“Mis pulmones llegaron a ponerse muy mal y la presión arterial se me mantenía alta”, expuso meditabundo. Lázaro agradece mucho las atenciones médicas recibidas durante la gravedad. Los médicos, puntualizó, lograron sacarlo del bache para siempre.