Al sur

Acacia Echevarría y sus memorias en territorio oriental: “Tengo añoranza de mi barrio”

Santa Cruz del Sur, 4 jun.- La mirada de Acacia Echevarría Olivera, aún con vestigios de animosa juventud, se pierde en el tiempo. Va ligada a los recuerdos amargos y dulces que tiene del caserío de Cuchillo, perteneciente al municipio de Niquero, en la provincia de Granma. “Tengo añoranza de mi barrio”, dijo sincera.

Fue la mayor de la numerosa prole. Ayudar a su madre en la crianza de los hermanos más pequeños resultó una dura tarea. “Nunca he perdido la alegría a pesar de la pobreza que pasamos mi familia y yo. Por eso, confesó, mi abuelo materno me apodó Lira, como la flor que por allá abunda”.

En medio de tantas escaseces no tuvo oportunidad de buscar entretenimiento con muñecas ni otros juguetes. “Contribuí a cargar leña, criar puercos y chivos. Iba a la escuela hasta las 9 de la mañana porque tenía que llevarle el almuerzo a mi padrastro al campo.

Me quedé casi analfabeta. No tuve otra alternativa. Así eran las cosas en Cuba para los pobres antes de que Fidel ganara la lucha contra Batista (en 1959). Vivíamos en un bohío en malas condiciones y nos alumbrábamos con mechones. Nunca podré borrar eso de mi mente”, enfatizó.

Cuando tenía 17 años Acacia conoció al joven soldado del Ejército Rebelde, Gonzalo Almeida Rodríguez (Maranto). “Con él creé una familia. Mis hijos pudieron estudiar. De no ser así no hubieran logrado nada bueno. Todos trabajan. Le están agradecidos a esta Revolución”, manifestó.

Desde el 1984, a la que muchos conocen por Lira, vive en Santa Cruz del Sur, en una confortable vivienda ubicada en calle I entre Oriente y 9 de Noviembre, junto a su cónyuge. “Pero Cuchillo sigue siendo mi barrio, le echo de menos. Si volviera a nacer quisiera vivir allí”, expresó enfática.