Opciones naturales para tratar el prurito
El prurito es una sensación desagradable e incómoda para el paciente, donde existe un importante componente sensorial, emocional y motivacional que dirige y regula una conducta irresistible hacia el rascado. Rasquiña o picazón son términos que suelen utilizarse también para referirse a este síntoma, muy común en el caso de enfermedades dermatológicas o de otros trastornos sistémicos que se manifiestan en la piel.
Cuando está presente, puede afectar todo el cuerpo o localizarse solo en un área corporal. Entre sus causas destacan los fenómenos alérgicos, el uso de productos químicos irritantes o cosméticos, enfermedades de la piel como el eccema y la psoriasis, las mordeduras y las picaduras de insectos. La diabetes, algunos padecimientos hepáticos, la insuficiencia renal y ciertos tipos de cáncer pueden también provocar prurito.
Algunas recomendaciones para el autocuidado de la persona que padece de este problema incluyen el evitar rascarse o frotarse las zonas afectadas, mantener las uñas cortas para no dañar la piel, usar prendas de vestir y ropa de cama fresca y liviana, tomar baños de agua tibia usando poco jabón y enjuagando completamente, aplicar compresas frías en el área afectada, evitar la exposición prolongada al calor o la humedad excesivos, entre otras. El uso de cremas humectantes suele recomendarse, ya que la piel seca es una causa común de prurito.
Desde la medicina natural y tradicional existen varias opciones útiles para controlar este molesto síntoma, por supuesto, incluyendo las plantas medicinales.
A continuación compartimos dos de ellas, bastante comunes en nuestro país, recomendadas para el tratamiento del prurito, picazón o rasquiña.
Manzanilla (Phania matricarioides)
Es una especie originaria de las Antillas Mayores. Según Roig, es propia de terrenos montañosos, pero en la Cuba actual las personas suelen cultivarla en patios y jardines por sus propiedades medicinales.

Phania matricarioides. Foto: Cortesía del autor.
La forma de preparación recomendada es utilizando unas 30 ramitas de la planta para un litro de agua. Con esto se elabora una decocción, dejando hervir la mezcla durante cinco minutos en recipiente tapado. Luego se pone a enfriar y se filtra para aplicar el cocimiento localmente como baños por 20 minutos, tres o cuatro veces al día. No debe ser utilizada durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de cuatro años.
Piñón botija (Jatropha curcas)
Se trata de un arbusto o árbol pequeño, originario de América y ampliamente cultivado en países de Asia y África. Roig plantea que es muy usado en toda la isla para formar setos vivos en cercas de las fincas y los patios. A veces se encuentra espontáneo en terrenos yermos y en faldas de colinas.

El piñón de botija es un arbusto o árbol pequeño, originario de América y ampliamente cultivado en países de Asia y África. Foto: Cortesía del autor.
Se emplean las hojas con fines medicinales y se recomienda preparar una decocción con seis cucharadas de este material vegetal troceado en un litro de agua. La mezcla se deja hervir por cinco minutos en recipiente tapado, luego se pone a refrescar y se filtra para ser usada en forma de baños o compresas, dos o tres veces al día. Su empleo debe limitarse a no más de cinco días de manera continuada y no se recomienda durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de 10 años. Es importante recordar que la semilla del piñón botija es tóxica, por lo que esta u otras partes de la planta no pueden consumirse por vía oral. En caso de una ingestión accidental, es necesario buscar atención médica.
Tanto para la manzanilla como para el piñón botija hay que tener en cuenta que, para un adecuado uso tópico de las plantas medicinales, es necesario seguir estrictas medidas higiénicas con el objetivo de impedir la contaminación del material vegetal y así la infección sobreañadida de la piel. Estas preparaciones no deben guardarse por más de 24 horas, ni fuera de refrigeración.
También la acupuntura…
Además de las plantas medicinales, la acupuntura y sus técnicas afines han demostrado beneficios en el tratamiento del prurito. Existen evidencias clínicas que apoyan el empleo de la estimulación de algunos puntos de acupuntura con este fin.

Intestino Grueso 11 (Quchi) ha resultado útil de manera específica en diversos ensayos clínicos. Foto: Cortesía del autor.
Intestino Grueso 11 (Quchi) ha resultado útil de manera específica en diversos ensayos clínicos, ya sea solo o en combinación con otros puntos. Se han evaluado diferentes formas de estimulación, incluyendo la acupuntura manual, la farmacopuntura y la estimulación eléctrica, así como la digitopuntura o acupresión. Entre las enfermedades tratadas con este tipo de terapias están la dermatitis atópica, los eccemas y el prurito urémico.
El punto Intestino Grueso 11 se localiza con el codo flexionado, en la depresión del lado radial del pliegue transverso cubital, es decir, en el extremo lateral donde el pliegue del codo termina. En caso de heridas, presencia de signos inflamatorios, pus u otras lesiones de la piel en la zona del punto, está contraindicada la aplicación de la técnica.
Una vez localizado el punto, se ejerce presión con el pulgar, realizando movimientos circulares en contra de las manecillas del reloj por entre dos y tres minutos. La estimulación se debe ejercer en ambos codos y es posible repetir el tratamiento hasta dos veces en el día.
Tanto las plantas medicinales como la digitopuntura son recursos que desde la medicina natural y tradicional ayudan a controlar el prurito. La manzanilla, el piñón botija y el punto Intestino Grueso 11 resultan de esta forma opciones que ayudan en el cuidado de la piel, y de nuestra salud… ¡desde lo natural! (Tomado de Cubadebate)