Continúa en Haití carrera contra el tiempo por la vida
Puerto Príncipe, 15 ene .- Una carrera contra el tiempo para salvar vidas continúan hoy en Haití socorristas y personal de salud en medio del caos y la desolación provocados por el terremoto del martes que destrozó esta capital.
Este viernes, cuarto día de la catástrofe, el panorama prosigue agravándose por la permanencia de cadáveres en las calles, las carencias para el rescate de las víctimas entre los escombros, la escasez de agua y alimentos.
El colapso del precario sistema hospitalario de la nación, la más pobre de América, dificulta también la atención a los heridos por parte de centenares de médicos llegados de Cuba, Estados Unidos y otros países.
La masiva respuesta de la comunidad internacional tropieza con dificultades para el acceso a la isla, limitado al aeropuerto de la capital, por carretera desde República Dominicana y reducidamente aún por mar.
La situación obligó al gobierno a suspender la víspera la entrada de aviones al país, informó Laura Brown, vocera de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
Brown precisó a la prensa que no hay pistas disponibles en el aeropuerto de Puerto Príncipe ni combustible para recargar los tanques de las naves.
Por ahora el aeropuerto está totalmente saturado debido a la gran cantidad de ayuda enviada, agregó.
El gobierno de Brasil, que comanda el contingente de cascos azules de Naciones Unidas en Haití, desplegó desde ayer un plan de emergencia para ayudar a coordinar los esfuerzos en las labores de socorro.
El programa establece cinco prioridades: enterrar los muertos, atención médica de emergencia, eliminar los desechos, mejorar la seguridad para las operaciones y distribución de suministros de alimentos y agua.
El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, quien llegó el miércoles a este país, subrayó que no se puede esperar para ejecutar estas labores.
La Cruz Roja haitiana estima en 50 mil los muertos ocasionados por el terremoto, a partir de informaciones de una amplia red de voluntarios, aunque la cifra no es aún definitiva, aclaró.
Según Víctor Jackson, coordinador nacional adjunto de la entidad humanitaria, nadie sabe con precisión ni está en situación de confirmar todavía el número de fallecidos.
Como las tres últimas jornadas, miles de personas pasaron la noche a la intemperie, mientras los plazos de sobrevivencia comienzan a cerrarse para quienes permanecen aún atrapados bajo las ruinas de edificaciones.
Las labores de rescate continúan en medio de dificultades por la falta de maquinaria pesada y la población escarba entre los escombros con instrumentos manuales en búsqueda de familiares y amigos.(PL)