Para celebrar la vida los 365 días del año

“Sobre la sangre y el sacrificio de sus hijos se ha fundado la patria independiente, revolucionaria y socialista de hoy.”

En estas palabras de Fidel Castro se fundamenta la Historia de Cuba, la que encierra numerosos ejemplos de heroísmo, compañerismo y una manifestación incondicional del amor a la libertad.

Así lo demostraron Maceo, Agramonte, Martí y muchos otros que dieron su vida en defensa de los oprimidos y de las ideas justas, preceptos que el insigne líder de la Revolución cubana mantiene con firmeza hace ya cincuenta y un años.

La historia se puede conocer por los documentos, los objetos y los lugares que se mantienen vigentes hoy, los que recuerdan cuánto esfuerzo y dedicación por parte de aquellos que en épocas pasadas combatieron por conseguir lo que por estos días disfruta cada uno de los residentes en Cuba.

Las armas y ropas que permanecen en los Museos y Casas Natales, muestran la gesta heroica de los mambises, del mismo modo que las edificaciones, revelan los momentos de valentía y coraje desplegados por los jóvenes que por la independencia batallaron.

En la lucha por la total soberanía participaron los obreros, los campesinos, los estudiantes, en fin, todo un pueblo, la que terminó con muchos años de explotación, para dar inicio a una nueva vida.

Esta etapa comenzó el 1 de enero de1959, cuando se eliminaron para siempre el hambre, el analfabetismo, el desempleo, la explotación y la discriminación. A partir de ese entonces la existencia de los cubanos cambió mucho.

En la actualidad, Cuba cuenta con un gran porciento de profesionales internacionalistas que muestran su solidaridad con varios países del planeta, dando lo mejor de sí para apoyar cada principio de la Revolución, siendo ésta una novedosa forma de lucha a favor del género humano.

Es vital mantener las conquistas de la Revolución y sobre todo alcanzar nuevos logros. Dar continuidad al proceso socialista es la expresión más genuina de agradecimiento a los que murieron por una Cuba en las que celebrar la vida fuera un acto cotidiano y natural de los 365 días del calendario.

Ese es el cometido que a esta generación le toca defender, unidos en torno a la misma causa revolucionaria que propició la victoria de aquel Primero de Enero.
 

(Por: Yamilé Agrenot Castillo / Radio Santa Cruz)