¿Elecciones democráticas lideradas por golpistas?
La restitución del presidente hondureño Manuel Zelaya, como legítimo mandatario de ese país centroamericano, no se concreta gracias al teatro armado por los autores del golpe militar, a pesar de que diversos sectores internos reclaman la solución definitiva de la crisis política, iniciada hace cinco meses por un golpe de Estado.
Para el candidato presidencial del Partido Liberal, Elvin Santos, el Congreso Nacional debió responder con agilidad al acuerdo de que ese órgano estatal se pronunciara sobre el retorno del dignatario, depuesto por la fuerza el pasado 28 junio.
Pero la realidad que imperó en estos últimos días de cara a los comicios generales fue otra, a tal punto que una entidad reconocida en el mundo entero y con autoridad suficiente como las Naciones Unidas, no enviará observadores a las elecciones convocadas en Honduras por el régimen de facto.
Aunque la noticia puede ser reveladora lo cierto es que a esta altura de los hechos, ninguna maniobra que haga el gobierno de Micheletti asombra al resto de las naciones, pues como se sabe está plegado a los designios, órdenes y mandatos del imperio norteamericano, quien de forma descarada, absurda e hipócrita continúa apoyando al régimen de facto, junto a sus aliados acostumbrados.
No obstante otros importantes actores internacionales anunciaron que tampoco enviarán observadores a la jornada de votación en Honduras, entre ellos la Organización de Estados Americanos, el gobierno de España, Brasil, Venezuela, Paraguay y otros países latinoamericanos que advirtieron que desconocerán los resultados de los comicios.
Estas jornadas en Tegucigalpa han estado matizadas por asesinatos, torturas y persecuciones, arrestos de miembros de la resistencia antigolpista, que de manera pacífica han llamado a los representantes del gobierno usurpador a que deponga sus intereses y permita que su verdadero Presidente ocupe el lugar que le corresponde. En contrapartida, el gobierno de facto ha aplicado una política a punto de declarar un Estado de Emergencia que podría ser el preámbulo de una ofensiva militar contra un pueblo desarmado.
A pesar de los atropellos, la alianza de fuerzas populares reiteró su llamado al desconocimiento activo de los comicios, que considera una farsa para legitimar el golpe militar que derrocó al presidente Manuel Zelaya el pasado 28 de junio, proceso electoral que carece de toda legalidad porque se lleva a cabo en el marco de un Golpe de Estado, donde se niegan derechos humanos básicos a la población.
Pero lo cierto es que hoy se realizan las elecciones en Honduras en contra de la voluntad del pueblo o de una buena parte de él, y lo que pasará después está por ver, rescatar la legalidad constitucional y establecer un régimen de paz y tranquilidad para todos los hondureños es el anhelo de aquellos que defienden una causa justa y noble, y el pueblo de ese hermano país ha dado suficientes muestras de coraje y valentía.
Nosotros los cubanos estaremos al tanto de lo que acontezca en Honduras, y seguiremos apoyando la verdadera democracia y constitucionalidad la cual sólo tendrá luz verde con la restitución del Presidente Manuel Zelaya.
(Por: Rolando Canaura Sánchez / Radio Santa Cruz)