Comienza FAO a desbrozar caminos en Roma contra hambruna

Comienza FAO a desbrozar caminos en Roma contra hambrunaRoma, 20 nov.- Inmersa en un complicado proceso de burocracia y miles de documentos, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) intenta desbrozar caminos contra la hambruna.

Duelen las frustraciones cuando no conseguimos las respuestas necesarias para más de mil millones de personas sin alimentos en el mundo, pero no tenemos el derecho a rendirnos, comentaba durante la Cumbre de Roma el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

La cita cimera, con la ausencia casi total de los jefes de Estado o Gobierno del Grupo de los Ocho y remitida a compromisos para reducir el hambre a la mitad hacia el 2015, dejó a la Conferencia General de la FAO otra tonelada de papeles.

Al final de la historia, los africanos, asiáticos, latinoamericanos y también en los países desarrollados no tienen la menor idea de lo que ocurre en Roma, ni tampoco aguardan sentados por las soluciones.

Simplemente sobreviven con la señal de la muerte en sus frentes y apenas pueden valerse para defender sus tierras, como en el caso de los indígenas, expresó la dirigente campesina peruana Julia Marlene Conocjhui.

Con la expectativa de transformar las promesas en hechos, el titular de la FAO, Jacques Diouf, esbozó las líneas estratégicas de trabajo para los próximos 24 meses y se mostró esperanzado en que la cita de Copenhague de la COP-15 redunde en resultados concretos.

El cambio climático es igualmente una preocupación de la FAO, por su incidencia directa en la agricultura, como se refleja en el informe que se analizará en los próximos días acerca del estado actual de la producción y la alimentación en el orbe.

La especulación se menciona entre los flagelos que golpea a los precios de los productos, si bien disminuyeron relativamente hacia mediados de 2008. Asimismo, refiere que la incidencia del hambre y la malnutrición se agravaron por las crisis internacionales.

América Latina y el Caribe experimentó un lento descenso de los precios de los alimentos, con limitantes en las exportaciones a partir de afectaciones en los cultivos por fenómenos naturales y una menor satisfacción de la demanda interna de comida. (PL)