Comunidad científica de Camagüey se impone ante política genocida del bloqueo norteamericano
La prestación de los servicios médicos en Camagüey está marcada por la impronta de hombres y mujeres que hacen de su labor cotidiana una colosal batalla por garantizar la atención clínica especializada que se encuentra sensiblemente afectada por los perjuicios provocados por el bloqueo norteamericano impuesto a Cuba.
La sala de oncología del Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña de la capital provincial, alberga la esperanza de salvación para niños en estado de salud crítico, afectados por trastornos neoplásicos que requieren de tratamientos de avanzada.
Es innegable la consagración de los técnicos camagüeyanos por mantener en funcionamiento equipos como los de ventilación, empleados en esas patologías, de un elevado costo y que no pueden ser adquiridos por Cuba debido a las injustas restricciones comerciales generadas por el embargo.
Resulta muy lamentable ver como el gobierno de Washington invierte millonarias sumas de dinero en la compra de armas del más alto calibre y poder destructivo, para arrebatarle a los países su soberanía, a la vez que interfiriere la entrada a Cuba de tecnología, reactivos y antivirales de última generación, como el ganciclovir, y antimicrobianos, citostáticos, instrumentos y materiales desechables.
Los citostáticos para el tratamiento del cáncer no son fabricados en la Isla, sin embargo, a ningún paciente le falta y se buscan alternativas para la optimización de los recursos y otros tratamientos de apoyo practicados por los galenos camagüeyanos.
A los señores de Washington, no les parece suficiente, por esa razón en el último año han incrementado la persecución a las compañías que distribuyen medicamentos a la nación, y no es menos cierto que también niegan las visas para entrar a su territorio a médicos cubanos invitados a protocolos científicos y de entendimiento.
Como respuesta a su política genocida se impone la consagración de la comunidad científica, empeñada en producir más vacunas, anticuerpos monocronales orales y recombinantes, que ponen de relieve los esfuerzos de la Isla por fortalecer sus servicios gratuitos de salud y extenderlos solidariamente a otras naciones.(Alex López Alamguer/ Radio Cadena Agramonte).