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México, más allá de las urnas

México, más allá de las urnasMéxico, 4 jul .- A sólo 24 horas de efectuarse las elecciones legislativas en México, el voto nulo es la principal preocupación de los diversos candidatos, mientras los ciudadanos manifiestan el desinterés por un proceso carente de solución a sus problemas.

Históricamente las elecciones intermedias son marcadas por altos niveles de abstencionismo, porque la gente sólo atiende a quién va a presidir el gobierno, dijo a Prensa Latina Hugo Rosell, periodista, politólogo y encargado de prensa del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).

Sin embargo, lo que está ocurriendo ahora es diferente, un nuevo factor se agrega a los comicios electorales del 5 de julio, en los cuales se renovará la Cámara de Diputados, seis gobiernos estatales, 606 ayuntamientos, 11 congresos locales, las 16 delegaciones de la capital y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

El voto nulo, la boleta en blanco, promovido por primera vez, saca a relucir en este país un atisbo de protesta, consideró Rosell.

Es la primera corriente de acción en décadas que promociona activamente el abstencionismo o la boleta nula, no como acto de desinterés, sino de censura, agregó.

De alguna forma, es la vía para votar contra todos, refirió el analista, quien cree que aunque no se trata de una expresión popular generalizada, sí es testimonial y de reprobación contra males como la corrupción, la impunidad, la inseguridad.

Algunos especialistas llaman a las urnas, sin embargo, porque creen que en este nuevo proceso puede verse beneficiado el gobernante Partido de Acción Nacional (PAN).

Pero, ¿qué puede importarle a la ciudadanía responsable, que gane o se beneficie uno u otro partido, si de ninguno espera nada? Es el cuestionamiento del representante del CILAS.

Gane quien gane es exactamente lo mismo, destacó.

Lo cierto es, aseguró, que los principales partidos en México representan los intereses de la burguesía y la oligarquía, y esta vez, anular la boleta será un acto conciente contra ello.

Ninguno de esos partidos que pujan por la mayoría en la Cámara Baja, o por los gobierno locales o estaduales, va a representar a las mayorías, sino sus propios intereses, porque ser político electo en este país es un gran negocio, indicó Rosell.

El voto nulo es, por tanto, el panorama inminente a poco de celebrarse los comicios, pero las campañas estuvieron marcadas además por un hecho habitual desde hace muchos años: el cambio de políticos de un partido a otro, en busca de beneficios personales.

Ello, sin dudas, también favoreció el descontento de la gente que se niegan a creer en partidos que ni sus propios actores respetan.

Cuando históricamente el Partido Revolucionario Institucional (PRI) era la garantía para ganar una postulación, los candidatos de otros grupos, al verse con pocas posibilidades, se sumaban a este, e incluso pagaban caro un puesto entre sus miembros, comentó el analista político.

Con los años esa situación se ha extendido a todos, principalmente en el PAN y el Partido de la Revolución Democrático (PRD), aseveró.

De entonces a la fecha, se ha hecho común que los candidatos se pasen de un lado a otro, aunque siempre alegando que el grupo dejado no representa la verdadera democracia, lo que ya no asombra a nadie por lo cotidiano del hecho, según politólogos mexicanos.

Esta situación fue comentada por Rosell, quien recordó el caso más representativo en la historia nacional.

Un grupo importante del PRI se salió, ante la falta de oportunidad de competir por puestos, y con un discurso democratizador se fueron a otros partidos a seguir en la pelea, esto ocurrió a finales de la década de los 80.

Esos mismos que se fueron, recordó el especialista, después formaron con otras fuerzas de pseudoizquierda lo que ahora es el PRD, hoy por hoy tan vinculado a los males circundantes del proceso como el resto, concluyó Rosell.(PL)