Eduardo Galeano y su admiración por Cuba

Eduardo Galeano y su admiración por CubaNunca ocultó su admiración por la Revolución cubana, "ejemplo de dignidad nacional en un mundo donde el patriotismo es un derecho negado a los países pequeños y pobres". Así la definió el escritor uruguayo Eduardo Galeano en su última visita a la isla, en 2012.

Fallecido este lunes, a los 74 años víctima de un cáncer de pulmón, siempre vio en Cuba su casa y así lo manifestó hace tres años, tras una década sin visitar La Habana, donde dejaría inaugurado el 53 Premio Casa de las Américas.

Vuelvo a Cuba sin haberme ido porque esta isla siguió siempre viva dentro de mí, en mis palabras, en mis actos y mi memoria, una memoria viva de todo lo que de ella recibí, aseveró en aquella ocasión.

Cuba, resaltó, es para mí un ejemplo de dignidad nacional y solidaridad. Nunca conocí en mi vida un país tan solidario como este, ninguna Revolución tan ofrendada a los demás.

En aquella ocasión, ante una decena de periodistas que lo recibieron en el aeropuerto José Martí, Galeano habló de política, cultura, fútbol -otra de sus grandes pasiones-, del poeta salvadoreño Roque Dalton y de un movimiento que cobraba fuerza, el de los indignados.

La crisis que sufre el planeta ha llevado a muchos a aceptar lo inaceptable obligándolos a la indignidad. Es por eso, agregó, que surgen movimientos, como el de los indignados, que de pronto se vuelven peligrosamente contagiosos en todos los países.

También habló de Casa de las Américas, su Casa, como la definió, con la que tuvo en los inicios "un amor poco correspondido".

Recuerdo cómo escribí Las venas abiertas de América Latina para llegar a tiempo al concurso literario. Tanto esfuerzo y perdí en el certamen, rememoró.

Cuatro días después de su regreso a Cuba dejaría abierto el Premio Literario con un discurso en el cual plasmó su amor por Cuba y por esa institución.

Esta Casa es mi casa, la casa nuestra, porque así la siento, y así la sé. He sido y seguiré siendo siempre su amigo, a partir de esa definición de amistad que nos legara Carlos Fonseca Amador, el fundador del Frente Sandinista: "El verdadero amigo es el que critica de frente y elogia por la espalda".

"Gracias, pues, mil gracias, por ese alimento de vitamina D, "d" de dignidad, que tanto nos ayuda a creer que el deber de obediencia, impuesto por los poderosos del mundo es, puede ser nuestra penitencia pero no es, ni puede ser nuestro destino". (Tomado de Prensa Latina) (Foto: Archivo)