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Geomática: eficaz y poco divulgada ciencia

Geomática: eficaz y poco divulgada cienciaLa Geomática, una ciencia poco divulgada, ha demostrado su eficacia en la preservación del suelo, único cuerpo natural que contiene todos los elementos de la Clasificación y Tabla periódica del científico ruso Dimitri Mendeléiev.

Para dar una idea de las dificultades que afrontan los redentores de la tierra, baste decir que la apretada en un puño atesora más seres vivos que las personas que han existido en la tierra, alrededor de mil millones de bacterias, kilómetros de tejido fungoso y miríadas de nematodos, gusanos-parásitos que fertilizan el área en que se hospedan.

La citada disciplina (cuyo nombre procede del francés “science geomatique”) se adentra en ese mundo que -a pesar de estar bajo nuestros pies- es menos conocido que el espacio sideral, y analiza su estructura y propiedades, valiéndose de la información espacial.

Por tal razón muchos especialitas sostienen que la materia en particular mantiene vínculos estrechos con la cartografía, los sensores remotos, la geodesia y los sistemas de información geográfica (SIC).

A estos últimos elementos ha concedido prioridad el especialista Francisco Milá Palmer, de la Estación de Suelos de Guantánamo, quien ha corroborado in situ su papel en el “mapeo” del terreno y la determinación de la profundidad efectiva de su cubierta.

En diálogo con la AIN explica que los SIC reflejan a diferentes escalas los fenómenos que afectan al terreno: erosión, mal drenaje, pedregosidad, salinidad y rocosidad, entre otros factores degradantes.

Mila Palmer indicó que esa información resulta vital para determinar los cuatro estadios agro-productivas del suelo: el óptimo, correspondiente a aquellos en que se obtiene el ciento por ciento de los rendimientos agrícolas y denominados de “primera”); los de segunda (entre el 70 y 100), tercera (de 70 a 50) y cuarta (menos de 50).

Esa clasificación permite conocer qué medidas de explotación se aplican para mantener las condiciones positivas de los primeros, recuperar los restantes, y elevarlos de "rango" mediante, la disminución del laboreo y la aplicación de nutrientes, entre ellos el abono orgánico y el humus de lombriz.

Especialistas del Programa Operativo 15, del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), aseguran que Guantánamo ha afianzado la hipótesis de que si a un terreno altamente mineralizado se aplica materia orgánica, multiplica por 60 sus propiedades de retención de humedad, con el consiguiente beneficio para los cultivos.

También han expresado que los avances de la oriental provincia en el manejo sostenible de tierras superan con creces a los de otras en que se lleva a cabo también un proyecto del GEF destinado a crear capacidades para el planeamiento, toma de decisiones, sensibilización y manejo de ecosistemas severamente degradados.

Entre esos sitios guantanameros figuran las cooperativas de producción y servicios (CCS) Mariana Grajales y Enrique Campos, del municipio cabecera, y la unidad básica de producción cooperativa Los Cerezos, en Imías, un poblado ubicado en el centro del único semidesierto cubano.

A dicho progreso no es ajena la información disponible mediante métodos geomáticos.

Esa base datos contribuyó a la elaboración de los mapas provinciales y municipales, e incluso los de algunas fincas, cuyos productores se entusiasmaron con los nuevos métodos, y los aplicaron en sus áreas, con la ayuda de la Estación de Suelos.

Ese colectivo creó una tecnología integral incluida en un paquete de proyectos tecnológicos que valieron a Cuba convertirse, en 1999, en el primer país latinoamericano y caribeño en recibir el Premio Salvando las Tierras Secas, que otorga el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). (Por Pablo Soroa Fernández.AIN)