Vacuna para bovinos hecha en Camagüey deviene importante fondo exportable
Camagüey, 1 ago.- Con la venta de más de dos millones de dosis en lo que va de año, fundamentalmente a países de América Latina, la vacuna GAVAC, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), es uno de los principales fondos exportables de la provincia de Camagüey.
Destinada al control de la garrapata del ganado bovino, para 2014 se planificó comercializar hacia el exterior más de cinco millones de dosis, cifra que se espera cumplir y sobrepasar antes del cierre del calendario, según comentó Jesús Zamora, director de la citada entidad.
El éxito de GAVAC enmarca una de las líneas actuales de investigación del CIGB camagüeyano, segunda institución de su tipo en Cuba y que recientemente celebró su aniversario 25.
Se está trabajando en la identificación de nuevas cepas con capacidad de acción garrapaticida para obtener complementarios o sustitutos del antígeno, y asegurar más bioproductos con propiedad intelectual, precisó Zamora.
Con una frecuencia de inoculación de aproximadamente cada seis meses, luego de realizado un esquema inicial de inmunización, la vacuna reduce considerablemente las muertes asociadas al hemoparásito por anemia, estrés y otras afectaciones al ganado, y su impacto negativo en la obtención de carne y leche.
Eduardo Smith, jefe del Departamento Comercial del CIGB, señaló que para el mercado nacional se destinaron poco más de un millón de dosis, número que pudiera ser mayor de acuerdo a la masa ganadera existente en el país.
Al respecto, Alegna Díaz, especialista en el grupo empresarial LABIOFAM en Camagüey, entidad comercializadora de la vacuna GAVAC en Cuba, comentó que este año las ventas se han comportado satisfactoriamente.
Pero un aumento de la demanda no depende solo de la voluntad de los campesinos, sino también de que estos posean las condiciones adecuadas para el manejo del antígeno, mucho más eficaz que los baños con químicos, acotó.
Entre esos requerimientos mencionó la existencia de cercas perimetrales para evitar que los animales vacunados se mezclen con otros que no lo están, y la presencia de un técnico veterinario que realice el procedimiento.
Según un datos publicados en medios digitales, antes de la aplicación de ese fármaco, Cuba invertía anualmente unos cinco millones de dólares para adquirir en el exterior garrapaticidas y medicamentos destinados al tratamiento de enfermedades hemoparasitarias. (AIN) (Foto: Archivo)