En el 46 aniversario de Radio Santa Cruz una exlocutora sigue apegada a la creación (+ Fotos y Audios)

Las notas informativas no llegaban a la radio local cumpliendo las exigencias de las técnicas periodísticas, pero la prontitud les daba la frescura exacta que exigen los medios de difusión masiva.

Cada día una joven corresponsal voluntaria redactaba el quehacer agrícola, las actividades de las organizaciones de masas en los barrios, las tareas acometidas por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), entre otras vivencias de interés acontecidas en el poblado La Caobita, en Santa Cruz del Sur.

Nilda Cecilia Sotolongo Castellanos sin proponérselo siquiera, dejaría de ser dependienta en una tienda del sector del Comercio.

“Vivía con mi familia en un lugar conocido como Yegua Dos, en la propia comunidad rural de La Caobita. El chofer de la ruta de ómnibus que cubría esa zona me hacía el favor de dejarme todos los días esas breves anotaciones en Radio Santa Cruz. No conocía a los realizadores de esa planta, aunque por las voces los identificaba. Cuando leían esas breves noticias enviadas por mí, dándoles otro tipo de redacción… no me gustaba, aunque ellos estaban haciendo lo correcto”.

Al escuchar no sólo los temas noticiosos, también el resto de la programación, la tornó en asidua oyente, incluso detrás del mostrador.

– ¿En qué circunstancias se produce la entrada a Radio Santa Cruz?

– “Tuve un accidente, y este me imposibilitó continuar en la tienda donde laboraba, por lo que la dirección de la entidad a la que pertenecía decide cambiarme de puesto de trabajo, ubicándome en esta cabecera local. Finalmente pude conocer a Adelfa Valdés, Romelio Cruz Victoria, Deisy Alcalás Mojena, Barbarita Naranjo Reyes… Fui relacionándome con todo el colectivo.

Adelfa y Deisy cursaban conmigo estudios secundarios en horario nocturno. Las clases eran sólo para trabajadores. Ellas elogiaban mi forma de leer. Días después estas magnificas compañeras me dijeron que en la emisora necesitaban otra locutora. Solicitaron mi presencia allí. Fue un impacto verme de momento frente a un micrófono haciendo programas en vivo.

Entré a cabina como locutora del programa Hombres del Mar, al terminar me dijeron: Te quedas trabajando con nosotros, hasta hoy… ya hace 41 años y esta emisora cumple 46, precisamente ese Primero de Mayo. La locución la desarrollé durante 33 años.

– ¿Recibiste algún tipo de curso para desarrollar esta profesión?

– Fue empíricamente (se ríe). Sólo recibí un breve curso en Holguín, durante una semana, Cuando comencé en esta emisora aún no estaba reconocida por el ICRT (Instituto Cubano de Radio y Televisión), decíamos que era planta clandestina, Nos pagaba el salario la Empresa de Medios y Propaganda, que era una dependencia del Partido Comunista de Cuba (PCC).

-¿Qué otros programas salieron en su voz?

-“El programa de canciones mexicanas, que tuvo varios nombres; CDR en Acción, Fonoteca de la Alegría, La Voz de los Trabajadores… y así… muchos más. Por un tiempo estuve en Vanguardia Femenina y otro relacionado con la zafra azucarera”.

– ¿Existe profesionalidad en los nuevos locutores?

-“¡Claro! Reciben cursos, estudian… A nosotros con el tiempo nos fueron evaluando. Ahora el locutor tiene grandes ventajas, desde que comienza el curso de habilitación, posteriormente de evaluación, Antes nos equivocábamos y no teníamos directores de programas que nos corrigieran e hicieran trabajos de mesa con nosotros. Hace aproximadamente 20 años que existen los directores de programas. Cuando me jubilé, como tenía la evaluación de directora, pude seguir en el medio ejerciendo esta tarea”

-¿Qué trabajos radiales donde fungió cómo locutora obtuvieron premios?

– “Se obtuvo premio nacional de la Radio con Pito y Grabiela, un matrimonio de pescadores, como otros escritos por Orestes Rodríguez, en el programa Campesino, donde compartí la locución con Romelio Cruz Victoria. Logré otros premios provinciales que ahora no recuerdo”.

-¿Cuánto aporta a los bisoños locutores con sus experiencias?

– “Todo lo que sé. No escondo nada. Los ayudo para conducirlos por el camino correcto, pues no por gusto pasan los años. Hay una buena cantera detrás del micrófono. Son en estos momentos un diamante en bruto, pero en la medida que se vayan puliendo van a prestigiar más la radio local. Lo que se necesita es amor y mucha entrega. Pues la Radio no deja de salir al aire nunca. Se trabaja para el pueblo todos los días”.

-¿Quién se queda en la retaguardia hogareña para que pueda cumplir sus deberes laborales?

-“Mi esposo Máximo. El lo tiene siempre todo al día, pues está jubilado. Así puedo cumplir en la dirección de Descarga Musical, Vanguardia Femenina, De nuevo en casa, el Noticiero, de los sábados, Éxitos, Domingo en Familia, Discoteca Dominical y Onda Retro, dirigido especialmente para los que peinan canas, con canciones de la década prodigiosa”.

-¿Toda esta carga le agobia?

-“¡No!, todo lo contrario, disfruto lo que hago. Esto requiere de mucha disciplina. En la emisora hay que llegar antes de tiempo, pues debe tenerse todo organizado. Deben estar presentes el locutor, realizador de sonidos… el director. Hay que tener todo amarrado”.

-¿Qué hace en su tiempo libre?

– “Soy radioaficionada. Fue mi ilusión por muchos años, y ya se hizo realidad. He hecho muchas amistades, las que ya he conocido personalmente. Es la posibilidad de saber qué está pasando en otros lugares de la provincia o el país. Las provincias orientales entran muy bien en la banda de los 450 aquí en Santa Cruz del Sur. Es imprescindible la Radioafición si hay catástrofes, cuando hay algún ciclón. Es el único medio de comunicación que queda. En uno de los cuartos de la casa está la planta. Califico ese lugar como mi guarida”. (Por: Raúl Reyes Rodríguez/ Colaborador de Radio Santa Cruz)