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Presidente mozambiqueño, Armando Guebuza, llama a mantener la paz

Maputo, 5 nov. -El presidente de Mozambique, Armando Guebuza, llamó hoy a mantener la paz como premisa para la consolidación del estado de derecho y la estabilidad económica del país.

El mandatario calificó de uno de los grandes desafíos actuales la inestabilidad causada por contradicciones entre el Ejército y los irregulares armados de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo).

Nuestro país vive una amenaza de retorno a la guerra debido a esa confrontación en el centro del país, agravada por diferencias sobre la legislación electoral, señaló el gobernante durante un encuentro con juristas.

Solo con la paz lograremos realizar los ideales por los que luchamos para alcanzar nuestra libertad e independencia y solo con la paz nos confirmaremos como un estado democrático de derecho, añadió Guebuza.

Ese estado pacífico es fundamental para que Mozambique mantenga los niveles de crecimiento económico y de promoción de la calidad de vida de la población registrados en los últimos años, destacó el Presidente.

El jefe de Estado describió acciones como los raptos y el tráfico de personas y de órganos humanos entre los factores que conducen a la inestabilidad militar y ponen en peligro la paz.

Confiamos en que los órganos de nuestro sistema de administración de justicia persistirán en la lucha contra esos males junto al Estado y al pueblo, aseguró Guebuza.

La toma por soldados a mediados de octubre pasado de dos importantes bases militares de Renamo, Satunjira y Maringue, en territorios centrales, despertó la reacción de las milicias de esa organización, que respondieron con ataques a posiciones oficiales.

Las Fuerzas Armadas sitiaron y desmantelaron ambos campamentos opositores y sostuvieron un fuego cruzado con los irregulares, aunque sin pérdidas humanas.

La Renamo anunció el 21 de ese mes, día en que fue atacado su campamento principal y murió uno de sus diputados, el rompimiento con los acuerdos de paz firmados con el Frente de Liberación de Mozambique en 1992 para terminar la guerra iniciada en 1977.

Entre las acciones de respuesta asumidas por las milicias opositoras figuró el asalto de un convoy de vehículos en una autopista nacional cerca de la central ciudad de Muxungue y un ataque a un puesto de policía.

El Gobierno llamó desde entonces a dialogar con esa organización antes guerrillera y luego devenida partido de oposición, cuyos candidatos presidenciales han perdido todas las elecciones desde el cese de la guerra civil hace 21 años.

Ambas partes dejaron claro en sus alocuciones públicas que prefieren evitar cualquier solución violenta que atice las hostilidades y provoque otra guerra civil como la anterior, que costó un millón de muertos al empobrecido país.(PL)