Bloqueo a Cuba afectó a niños con enfermedades cardiovasculares
La Habana, 3 oct .- El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba afectó durante el último año el suministro de insumos para la atención a niños con enfermedades cardiovasculares.
La medida punitiva de Washington, vigente desde hace casi medio siglo, incluyó la negativa a la adquisición por la Isla en ese mercado de elementos destinados a la realización de diferentes técnicas quirúrgicas.
Además de esa limitación, las autoridades de Salud Pública cubanas debieron comprar lo necesario para esa importante atención a la niñez en mercados distantes y ello significó, en el período señalado, un gasto adicional de 245 mil 72 dólares.
Un informe presentado por Cuba a la Organización de Naciones Unidas puntualizó también que las prohibiciones estadounidenses imposibilitaron acceder a los dispositivos adecuados para realizar cateterismo intervencionista.
Esto se efectúa para el cierre de defectos congénitos del corazón y la empresa Boston Scientific y Ampliatzer se negó a venderlos generando un incremento en la lista de espera de niños cubanos a los cuales debe someterse a cirugía cardiaca a corazón abierto.
Los infantes afectados corren el lógico riesgo de complicaciones en su estado de salud e incluso pueden fallecer, de acuerdo con estimados médicos.
Por otra parte, el gobierno de Estados Unidos impidió que fabricantes de los equipos para el diagnóstico por imágenes, de uso en la Oncología moderna por su mayor precisión, fuera adquirido por La Habana.
El Instituto de Oncología y Radiobiología cubano tuvo afectaciones por 288 mil 355 dólares ante la necesidad de adquirir dichos equipos en mercados lejanos.
El bloqueo hizo imposible para la nación antillana la compra de un secuenciador de genes, imprescindible para el trabajo del Centro Nacional de Genética Médica, producido únicamente por compañías estadounidenses.
Pero, además, prohibió la venta a Cuba de válvulas protésicas usadas en la actividad hemodinámica y hasta las jeringuillas para administrar insulina a pacientes diabéticos, obligando a su compra en mercados asiáticos con el incremento correspondiente de costos.
Como otra destacada vertiente negativa del asedio, la relación académica entre los dos países se vio limitada por el rechazo al otorgamiento de visas a especialistas cubanos que debían asistir a eventos, conferencias o intercambio de experiencias.