Siria: Primero artillería mediática, después misiles USA
Cuando las cenizas aún tibias de la guerra USA-OTAN y las explosiones no se acallan en Irak, Afganistán, Egipto… los misiles cruceros de los Estados Unidos esperan por el Premio Nobel de la Paz para caer sobre Damasco.
Así, cual se anuncia el estreno de un nuevo filme, el inicio de un campeonato mundial de Fútbol o un juego crucial de las Grandes Ligas, Estados Unidos y sus aliados esgrimen la tenencia de armas nucleares, químicas y otros manidos pretextos para invadir países soberanos, adueñarse del petróleo y ocupar posiciones estratégicas próximas a Rusia e Irán.
La “preparación artillera” de la guerra anunciada es, desde luego, mediática. Los poderosos medios de “información” repiten hasta el cansancio la mentira hitleriana y, como ahora en el conflicto sirio, se hacen eco también de los pormenores del inminente ataque.
La cadena de televisión NBC acaba de propalar que un alto representante de la administración de Obama anunció que el jueves próximo podrían lanzarse los primeros misiles cruceros de Estados Unidos desde el Mar Mediterráneo u otros enclaves bélicos y que el bombardeo duraría tres días o más.
El “Washington Post”, sin embargo, reveló que el imperial mandatario de la Casa Blanca dijo que el ataque a Siria será solo durante dos días y no más, en bondadosa respuesta del Premio Nobel al castigo que merece ese país, cuyo pueblo enfrenta hace dos años y medio una guerra civil provocada, precisamente, por el apoyo que USA, Francia, Reino Unido, Turquía, Israel y demás aliados prestan en armas y mercenarios a la oposición del legítimo presidente Bashar al Assad que prefiere el diálogo.
Parece estar decidido ya el destino y las vidas de los sirios, y mientras los observadores de la Organización de las Naciones Unidas, hostigados por francotiradores, corroboran en la zona del conflicto bélico el uso de las armas químicas a qué bando beligerante corresponden, en las próximas horas se reunirá la OTAN en Bruselas para planear la agresión que realizarán sin contar con la ONU, tal como lo hicieron en las guerras precedentes.
Otros medios de prensa en EE.UU publicaron a boca de encuesta que el 60% de los inquiridos se oponen a la nueva guerra en Siria, al igual que los opositores rebeldes que quieren el diálogo, a diferencia de los “mercenarios” armados infiltrados y pertrechados apaciblemente por las fronteras de los aliados USA protagonistas del plan de inestabilización nacional a punto de ¿mate?
Siria no es Irak ni Libia, y los cálculos del Pentágono y sus aliados pueden recibir “una respuesta que asombraría al mundo”, afirmó el Gobierno de Damasco, que negó el uso de armas químicas y reclamó pruebas.
Lo cierto es que la escalada guerrerista de Estados Unidos, Israel, Turquía y Al Qaeda, azuzada por los aliados del Reino Unido, Francia y otros miembros de la OTAN, puede desencadenar una conflagración internacional impredecible cuando los primeros cohetes cruceros comiencen a caer sobre un polvorín camuflado.
Por Rolando Sarmiento Ricart/Colaborador de Radio Cadena Agramonte.