Frenan deforestación de reserva Bosawás de Nicaragua

Managua, 26 ago. -El Batallón Ecológico del Ejército de Nicaragua, reforzado por policías, está frenando la deforestación en la norteña Reserva de Biosfera de Bosawás, aseguran hoy autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marena).

Durante un recorrido por la ciudad de Jinotega, para evaluar un programa de reforestación en la degradada cuenca del río Viejo, el viceministro del Marena, Roberto Araquistain, lamentó el sometimiento de ese patrimonio natural a una constante tala en los últimos años.

Araquistain precisó que al menos un 20 por ciento del área núcleo de de Bosawás -declarada en 1997 reserva de la biosfera por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- posee daños bien graves.

"Se ha dañado el corazón de este pulmón de Centroamérica", admitió el funcionario.

Informó que una treintena de abogados son investigados por haber escriturado buena cantidad de hectáreas de esa región de bosques tropicales a favor de integrantes de los frentes de colonizadores que acechan la reserva.

Ambientalistas e indígenas nicaragüenses concuerdan en que la Reserva de Biosfera Bosawás, considerada la más grande de Centroamérica, puede desaparecer si continúa la depredación de los bienes naturales contenidos en ella.

Las invasiones de tierras, los conflictos armados, la deforestación, la tala indiscriminada y la extracción ilícita de la riqueza mineral, amenazan cada día más a esos bosques nubosos, que abarcan 20 mil kilómetros cuadrados y son considerados el pulmón principal del área.

Para la nación indígena Sumu Mayangna constituye una urgencia contener esos procesos, los cuales atentan contra su hábitat y el bienestar de toda la población nicaragüense y mundial, en medio del creciente calentamiento planetario, declaró a Prensa Latina el presidente de ese pueblo, Aricio Genaro Celso.

Bosawás cuenta con más de 270 especies de plantas, más de 200 de animales y unas 200 mil de insectos, las cuales equivalen en su conjunto al 13 por ciento de las variedades tropicales conocidas, refieren estudios de organizaciones ambientalistas nicaragüenses.

La deforestación y la invasión de más de 10 mil colonos arriesgan ese caudal y a los cerca de 40 mil indígenas miskitos y mayangnas que habitan el área, donde estos aseguran que operan hace algún tiempo grupos dedicados a traficar drogas a través de esas zonas de difícil acceso.

Datos aportados por el líder de esa nación, sobre la base de pesquisas impulsadas por la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos, sugieren que desde 2010 perdieron 150 mil hectáreas de bosques por los invasores.(PL)