Cultura

Rumba más larga del mundo despedirá al Timbalaye habanero

La Habana, 24 ago. Al caer la noche comenzará en Cuba un rítmico azote de cueros que parará sabe Dios cuándo, pues la rumba más larga del mundo cerrará la primera fase del festival Timbalaye-2013.

En la folclórica barriada capitalina de Centro Habana convergerán rumberos cubanos y extranjeros para sacarle música a sus tambores, rendir culto a los ancestros y honrar al espíritu de la rumba.

Esta expresión artística ha trascendido la marginalidad que tanto le achacan, y hasta alguien que lleva la rumba en la sangre, como Tata Güines (hijo) es máster en la ciencia de la percusión.

"La rumba goza de buena salud en Cuba, los sueños y la lucha de nuestros ancestros se hacen realidad poco a poco, ganando espacios y prestigio", aseguró Güines a Prensa Latina a propósito de Timbalaye.

Tata junior, como también conocen a quien se llama realmente Arturo Soto, heredó el nombre artístico de su padre, una leyenda de la percusión en Cuba, y un rumbero de marca mayor.

"Mi padre y grandes como Goyo o Pancho Quinto revolucionaron este género, lucharon por darle el lugar que merece en la cultura cubana, y ahora la rumba es patrimonio intangible de la humanidad", agregó.

Desde el pasado domingo, agrupaciones rumberas de Cuba y algunas extranjeras participan en el Timbalaye, que este fin de semana se trasladará a otra plaza fuerte, la ciudad de Matanzas.

Este evento, gestado por Irma Castillo y Ulises Mora, llegó hasta el barrio habanero de Atarés con un proyecto comunitario, ofreció becas, impartió clases, generó debates teóricos y hasta descargas.

En una gala celebrada en teatro América fueron honrados Juan de Dios Ramos, Juan de Mata y Pancho Quinto, con los repiques de grupos cubanos y extranjeros, como los argentinos de Lukumí.

A su vez, desde la sureña ciudad de Cienfuegos llegó Rumba Laye para ganar la beca Tata Güines, y de paso echar por tierra la creencia de que la rumba tiene su feudo en La Habana y Matanzas.

"En toda Cuba hay rumberos, porque la rumba es Cuba", filosofó Tata junior, aludiendo a una característica providencial de los cubanos: la alegría como receta para lo bueno y lo malo.(PL)