¡Cuidado con el ibuprofeno!
¿Cefalea? ¿Dolores menstruales o de los dientes? ¿Inflamaciones? Ante estos malestares es muy usual que usted acuda a un medicamento ya clásico e imprescindible en nuestros botiquines: el ibuprofeno.
Mas, ¿lo utiliza sin prescripción facultativa o en exceso? Según los especialistas, una dosis tres veces al día, de 400 mg consigue controlar la inflamación y el dolor en molestias leves o moderadas.
Descubierto hace medio siglo por el farmacéutico Stewart Adams, este medicamento puede provocar efectos secundarios que aumentan, según los expertos, a medida que la dosis es más alta. Las principales consecuencias adversas son las gástricas y cardiovasculares.
Como otros antiinflamatorios no esteroideos, al ibuprofeno se le ha relacionado con el aumento del riesgo de infarto cardiaco, sobre todo, entre quienes lo toman en dosis altas.
Aunque existen evidencias científicas que demuestran que cuatro dosis de 400 mg al día no incrementan el peligro de sufrir un episodio cardiovascular, no ha podido confirmarse lo mismo con dosis más altas.
Además, por sus potenciales efectos gástricos, no debe administrarse de forma regular a personas con enfermedad inflamatoria intestinal, puesto que puede provocar hemorragias gástricas y úlceras. ¿Qué hacer? Siempre consultar al facultativo que probablemente recete analgésicos como el paracetamol o fármacos con codeína (que disminuyen la actividad del intestino) ya que resultan más seguros.
Por si fuera poco, el ibuprofeno también se ha relacionado con las agudizaciones de asma, el estreñimiento, diarrea, gases o distensión abdominal, mareo, nerviosismo o zumbidos en los oídos.
Basta señalar que un estudio efectuado por investigadores de Harvard, Estados Unidos, en más de 26 mil hombres durante 18 años-, y publicado en la revista American Journal of Medicine, aseguraba que el consumo regular (al menos dos dosis semanales) de ibuprofeno junto con otros analgésicos provoca el doble de probabilidades de desarrollar pérdida de audición en hombres de menos de 60 años (61% para los menores de 50 años y un 32% para los que superan la cincuentena).
De igual manera, se ha constatado que el ibuprofeno puede ser peligroso si se consume de forma simultánea con la aspirina, aunque sea en dosis bajas. Resulta común que se prescriba este último medicamento para la prevención de las enfermedades cardiovasculares por sus efectos anticoagulantes, pero si se usan unidos, el ibuprofeno puede impedir esta acción. ¿Qué hacer?… sustituir el ibuprofeno por el paracetamol, ahora bien, siempre consulte a su médico.
(Lucía Sanz Araujo/Radio Rebelde)