Inmigrantes enfrentan en EE.UU. violaciones de derechos humanos
Washington, 21 feb .- Las diferentes modalidades que amparan el trabajo temporal de miles de inmigrantes en Estados Unidos sirven de marco hoy a violaciones de sus derechos humanos, según denuncias presentadas por grupos legales y comunitarios.
Cuando el tema de la reforma de las leyes migratorias acapara la atención de la Casa Blanca, el Congreso y en especial de los latinos, los problemas que enfrentan más de 100 mil personas que acuden al país cada año a través de visas H2A y H2B como trabajadores temporales son criticados, sobre todo por la violación de sus derechos humanos.
Algunos que llegan aquí buscando mejorar su economía familiar enfrentan las lagunas de un sistema que los discrimina y lo somete a condiciones que se acercan a la esclavitud, señalan activistas y víctimas.
Según cuenta un guatemalteco que se amparó en el anonimato, cuando fue contratado su empleador le retiró sus documentos de identificación y papeles migratorios, enfrentó jornadas de labor de entre 12 y 14 horas y la prohibición de recibir visitas.
Un reciente informe del grupo The Southern Poverty Law Center (SPLC) aireó múltiples violaciones contra estos trabajadores desde descuentos salariales injustos, exposición a productos químicos tóxicos, falta de cuidados de salud y hasta el abuso sexual por parte de los empleadores.
Mary Bauer, subdirectora legal de SPLC, estima que los negociadores de la reforma migratoria deben mirar los abusos que encierran estos programas de trabajadores temporales antes de tomarlos como referencia en las aproximaciones que hacen tanto demócratas como republicanos en el Congreso.
Estas acciones son denunciadas hoy también en una campaña por radio que ejecuta una coalición de organizaciones nacionales que aboga por la ciudadanía para unos 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y que algunos legisladores quieren negar amparándose en cuestionables problemas de seguridad en la frontera.
La acción de cabildeo lanzada por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), en conjunto con la Alianza por la Ciudadanía, que agrupa a diversas organizaciones pro-inmigrantes, incluye eventos y manifestaciones para apoyar los derechos de los inmigrantes a un trato justo.
El senador republicano Marco Rubio es uno de los abanderados dentro un grupo de ocho senadores que impulsa una propuesta bipartidista de reforma migratoria, que condiciona el camino a la ciudadanía a un mayor control fronterizo, pero que a su vez debe aprobar la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.
Recientemente, activistas y miembros de la comunidad hispana en Arizona solicitaron detener la Operación Streamline la cual propicia que miles de indocumentados sean procesados y sentenciados anualmente por ingresar a Estados Unidos ilegalmente, en la mayoría de los casos como criminales.
En opinión de Caroline Isaacs, representante de American Friends Service Committee, esta operación iniciada en 2005 en Texas y en 2008 en Arizona, no solo viola los derechos humanos y civiles de los inmigrantes, sino también tiene un alto costo para los contribuyentes.
Estados Unidos gasta aproximadamente cinco mil 500 millones de dólares en el encarcelamiento de indocumentados, en su mayoría por ingresar de manera ilegal al país.
En menos de una hora una persona es enjuiciada y sentenciada, algo que generalmente en nuestro sistema judicial puede llevar meses, pero no en Streamline, dijo Andy Silverman, abogado con el grupo No más Muertes, que trata de aliviar las penurias de los que entran al país en busca del sustento.
Por otra parte, mucho se habla del aporte y costo económico de los inmigrantes al país. En ese sentido el Instituto Urbano, en un estudio en 1994, planteó que la contribución era de entre 25 mil a 30 mil millones de dólares anuales a la economía local, cifras que ahora bien pueden ser duplicadas o triplicadas, según expertos.
Pero, pese a su aporte, los inmigrantes son un blanco identificado para descargar sobre ellos la injusticia prevaleciente en un sistema quebrado y que muchos tratan de remendar atendiendo a sus intereses políticos.(PL)