Anfibios, grupo de marcado interés en la fauna cubana
Pinar del Río, 5 abr .- Con 49 especies descritas en Cuba, las ranas representan un reto para los científicos, al acoger incluso a una de las más pequeñas del mundo, visible en la provincia pinareña.
Se trata de la Eleutherodáctylus Iberia, minúsculo género de apenas 10 milímetros de longitud, totalmente inocua como el resto de los ejemplares de diversos colores y tamaños registrados en los diversos hábitat del archipiélago.
Impopulares por la repulsión dada su apariencia y frialdad, ranas y sapos ostentan un índice de endemismo del 95 por ciento, mientras hasta el presente son los vertebrados menos estudiados en la nación.
Entre los sapos el género de los Bufos cuenta siete especies, de ellas, el denominado Común alcanza hasta ocho centímetros de largo, y su veneno, no letal, es mundialmente útil en farmacia para la obtención de compuestos alucinógenos.
De acuerdo con publicaciones científicas, en algunas culturas son fetiches acarreadores de suerte, quizás por haber inspirado a artistas en pinturas, comics o campañas comerciales.
Por otra parte, suele pensarse erróneamente en el sapo y la rana como pareja de macho y hembra, cuando en realidad son diferentes: los primeros tienen la piel cubierta de verrugas -glándulas paratoidales más desarrolladas- cabeza muy osificada y carecen de los discos adhesivos con los que trepan las ranas.
Los anfibios se consideran de gran importancia por intervenir en las cadenas tróficas al ingerir insectos, arácnidos y moluscos, lo cual hace de ellos controladores biológicos capaces de medir la salud de los ecosistemas. (AIN)