Derechos Humanos en Cuba, una verdad incuestionable
Alejandro es un niño camagüeyano que, justamente este 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, cumple 10 años de edad. Pero lo importante en su historia no es precisamente la coincidencia en los dígitos.
Hace una década sus padres tuvieron la suerte de ver el término de un riesgoso parto gemelar. Así nacieron Alberto, su hermano mayor (por unos minutos) y Alejandro. Imaginen la sorpresa de los progenitores al notar que el pequeño nació con una malformación en el lado derecho de la cara, la cual no había sido detectada por los exámenes durante la gestación.
El doctor diagnosticó trastornos auditivos severos y malformación en la mandíbula inferior, lo que provoca limitaciones en la comunicación.
Pero de ninguna manera es esta una historia triste; por el contrario, su pequeño protagonista tuvo la suerte de nacer en Cuba. Cinco intervenciones quirúrgicas de alta complejidad -completamente gratuitas- han logrado restablecer en alguna medida su capacidad de audición.
A esto se suma que, desde hace cuatro años, Alejandro forma parte de los más de dos mil niños agramontinos que estudian en alguno de los 29 centros de la provincia dedicados a la Educación Especial, lo que ratifica que la formación académica en la mayor de las Antillas está garantizada para todos por igual, aquí todos tienen idénticas posibilidades reales de avanzar en los niveles de enseñanza hasta las universidades.
Así, de lunes a viernes, cada semana, un autobús recoge al pequeño frente a su casa para llevarlo a la escuela, porque 11 kilómetros los separan de ese centro y sus padres tienen que trabajar para sustentar a la familia.
Sé que Alejandro es un niño feliz, tuve la oportunidad de ver su sonrisa. Él se reconoce diferente, pero solo físicamente, porque sabe que en este país se cumple la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual expresa que el fin de la educación es el pleno desarrollo de las personas y el fortalecimiento de los demás derechos.
Su caso no es aislado ni particular, el Estado cubano presta especial atención a la formación de los niños y jóvenes en todos los niveles de enseñanza. Sin importar el costo, que muchas veces se multiplica por causa del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, la máxima dirección del país destina millones de pesos cada año para asegurar la formación de niños como Alejandro.
Por Yurislenia Pardo Ortega/ Radio Cadena Agramonte.