FARC-EP consideran dadas condiciones para reconocerle beligerancia
La Habana, 4 dic .- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) consideraron que existen las condiciones para que se reconozca su estatus de beligerancia en el conflicto armado en curso en ese país suramericano.
En una entrevista concedida a Prensa Latina, el guerrillero Andrés París, integrante del equipo de las FARC-EP en la mesa de diálogo instalada en esta capital con el gobierno colombiano, opinó que ese proceso de búsqueda de la paz es una muestra de la condición de beligerante de la insurgencia.
"Si el Gobierno está sentado en la mesa y si la Cruz Roja ha sido la garante del traslado a La Habana de nuestros combatientes y mandos, quiere decir que los requisitos de los Protocolos de Ginebra para ser reconocidos como fuerza beligerante están dados", apuntó.
De acuerdo con París, las FARC-EP cumplen las exigencias fijadas por los instrumentos internacionales para otorgar tal condición, al tratarse de una fuerza con una propuesta política, un mando único, el control de territorio y la participación en una guerra sostenida.
Se trata de un tecnicismo, una interpretación calculada del Derecho Internacional por parte del Gobierno colombiano para negarnos la beligerancia, dijo el guerrillero.
Explicó que en un reciente encuentro con la Cruz Roja Internacional le explicaron "las asimetrías que se dan en ese sentido en el conflicto armado colombiano, las cuales favorecen a los poderosos".
Reconocernos ese estatus -advirtió- echaría por tierra el discurso mediático de que las FARC-EP son una organización terrorista y narcotraficante.
Según París, la manipulación del tema de la beligerancia implica además el calificativo de bandidos, terroristas y narcotraficantes para los insurgentes detenidos, así como la negativa de considerar prisioneros de guerra a los soldados y oficiales del Gobierno capturados en acciones combativas.
"Tratan a nuestros prisioneros como delincuentes comunes, entonces estamos ante el manejo de la ley internacional para sus propios objetivos y fines", denunció.
A propósito del tema, aseguró que la guerrilla "seguirá luchando por la liberación de nuestros compañeros" y mantendrá el "trato con humanidad a los soldados capturados, en cumplimiento a nuestros reglamentos y principios revolucionarios".
París atribuyó al Ejecutivo, y en particular al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), el empeño en aplicar una estrategia de ganar tiempo para acabar con los insurgentes.
"Tenían las manos libres de que la ley internacional no los obligaba, se emplearon a fondo pero no lograron derrotarnos, la guerra continúa y siguen habiendo prisioneros de lado y lado", expresó.
"Entonces -añadió- en el fondo hay una batalla política, la de no reconocerles a las FARC-EP ni el carácter político ni el beligerante, en una utilización vulgar del derecho internacional".
De acuerdo con París, la discusión en torno a esta cuestión se actualizará, porque el cese unilateral de operaciones ofensivas -anunciado por la guerrilla al instalar aquí la mesa de diálogo el pasado 19 de noviembre- termina el 20 de enero de 2013.
Entonces continuarán los combates, y es previsible que caigan en nuestras manos oficiales y soldados, a quienes el Gobierno niega la categoría de prisioneros de guerra.
"Pero capturados, seguirán puestos nuevamente como condición de una negociación que reconozca el carácter de prisioneros de guerra de los soldados de las fuerzas armadas oficiales y también de nuestros combatientes presos en las cárceles de Colombia", agregó.
Respecto a las conversaciones de paz en curso, París destacó la importancia del proceso iniciado en el Palacio de Convenciones de La Habana, con la presencia de Cuba y Noruega como garantes, y de Venezuela y Chile de acompañantes.
Coincidimos (con el Gobierno) en apreciar los avances de la mesa presentados al país y también los mecanismos de participación ciudadana acordados, señaló.
Además, reiteró el compromiso de las FARC-EP con la búsqueda de la paz y el optimismo de cara a trabajar para poner fin a décadas de conflicto armado. (PL)