Para brindar ayuda, luchemos siempre por ser los primeros
Desde pequeños, nos inculcan valores en los hogares, los mismos se van perfeccionando al llegar a las escuelas y los maestros dedican largas horas a los turnos de formación de valores.
Ya en la secundaria básica, se torna un poco más controversial el tema, pues al ser adolescente muchas veces creemos que vienen otra vez con lo mismo.
Al seguir desarrollándonos y convertirnos en hombres y mujeres, ya es más fácil notarlo, pues nos percatamos que es imprescindible para el desarrollo social, tener bien impregnados el sentimiento de solidaridad.
Cada vez que tomemos una decisión debemos tener presente a las demás personas, que no necesariamente tienen que ser familia para brindarles una mano amiga.
Solidarizarnos con un problema que afecte a un vecino, a un compañero de trabajo o simplemente a un desconocido, es muestra de los buenos sentimientos que afloran en nuestro interior.
Los que nadan tienen y te ofrecen su solidaridad te están regalando su amor. Es tiempo ya que todas las manos se unan para evitarles el sufrimiento a los niños pobres en el mundo. Es tiempo además, que las voces se acoplen y pidan libertad para los héroes de esta tierra encarcelados injustamente.
Es tiempo también, que nos unamos todos para que el mundo entero sea de los humildes, donde no exista la explotación del hombre por el hombre, donde los niños jueguen en paz y griten en cualquier parte que se encuentren ¡Somos felices aquí!
Inculquemos ese valor de solidaridad tan maravilloso a todos los que nos rodean. Seámos partícipes de los buenos actos, recordemos que es mejor dar que recibir y en materia de ayudar… luchemos siempre por ser los primeros. (Dayessi García Sosa/ Radio Santa Cruz)
