Día del Libro Cubano: camagüeyana editorial Ácana con elocuente protagonismo nacional
El 31 de marzo en el mayor archipiélago de las Antillas, es ocasión para el agasajo a uno de los sucedidos culturales más relevantes en nuestro país: el nuevo aniversario de la Imprenta Nacional, una de las primeras medidas del Gobierno Revolucionario, fecha que se instituyó como el Día del Libro Cubano.
Siempre resulta válido hablar de la trascendencia del fomento que el sano hábito de la lectura tiene en la sociedad criolla. Y cómo uno de sus imprescindibles apoyos, la facturación de textos producidos en la propia nación, tiene una relevancia capital.
Como todo elemento que con el paso del tiempo cobra magnitudes insospechadas, la necesidad de ampliar los horizontes editoriales fue innegable. Por ello -en un intercambio entre directivos del Sistema Cultural Cubano en 1999- se decidió potenciar en el país un sistema territorial que permitiera reflejar el surtidor de talentos existente allende las fronteras habaneras. Con la experiencia, el autor criollo podría ver su obra plasmada en blanco y negro, residiera donde residiera.
A 12 años de aquella decisión, los variados sellos editoriales de cada provincia están presentes en las ya habituales Ferias Internacionales del Libro y en las propuestas de cada región. Si de números se trata, es bueno decir que más de 2 000 autores cubanos han encontrado allí la vía de realización desde que comenzó a funcionar el llamado Proyecto Riso, posibilitado por las máquinas del mismo nombre adquiridas por Cuba y asignadas a las capitales provinciales y al municipio especial Isla de la Juventud.
De Poema a Firma Editorial
“Ácana” es la denominación de un tipo de árbol de madera sumamente dura. Su particular presencia en la biodiversidad llamó la atención del Poeta Nacional Nicolás Guillén -hijo dilecto del Camagüey- quien le dedicó uno de sus poemas.
Como homenaje al escritor, el Centro agramontino del Libro y la Literatura le tomó como designación de su firma editorial, con la cual ha logrado ganar un espacio -no sólo decoroso- sino también de avanzada entre sus similares, por la riqueza contenida en sus siete colecciones, y por el elevado grado de belleza en el diseño y entrega de cada texto.
Desde antes de 1999 en que comenzó el Proyecto de Ediciones Territoriales con el Sistema Riso, Camagüey ya pugnaba por estampar con recursos propios, la amplia y valiosa gama de literatura facturada en la región. Pero la producción era sumamente exigua, por la carencia del imprescindible recurso material que demandaba la empresa.
Con el impulso notable dado por el Plan Nacional, la editorial camagüeyana tiene en su haber más de 300 títulos entre libros, folletos, plegables y revistas. En su catálogo aparecen los más importantes escritores camagüeyanos de todos los tiempos. También difunde la entrega de jóvenes pertenecientes a la Asociación Hermanos Saíz en todos los municipios.
Ácana en el presente
Odalys Calderón Marín dirige la editorial “Ácana” y asegura que la firma atraviesa los mejores años de su existencia, con un protagonismo elocuente en el contexto nacional:
“Ácana -señala- ha logrado durante tres años consecutivos el premio Puertas de Papel, entregado por la editorial Letras Cubanas a los volúmenes más integrales en nuestro país. Si bien es cierto que el número de tiradas ha decrecido en los últimos tres años producto de limitaciones materiales, también lo es que no resulta un retroceso, puesto que lo perdido en cifras se ha ganado en calidad de sus ofertas, muy bien recibidas por los lectores. Lo corrobora la reciente Feria Internacional del Libro, donde presentamos siete títulos con gran éxito en el recinto Ferial de La Cabaña”.
Odalys explicó que se encuentra prevista la publicación en el presente año de 19 obras en las diferentes colecciones del sello editorial:
“Destacan -agrega- entre las ofertas, cuatro libros de historia local, especialidad de gran demanda contenida en la colección 'Suma y Reflejo', una de las siete que dan vida a 'Ácana', dedicadas a la poesía, a los autores locales y universales, a la literatura infantil y a la ciencia y la técnica.
“Contamos con un experimentado equipo de especialistas, muchos de ellos con más de 10 años de fértil hacer en este perfil editorial, el cual experimenta actualmente un rediseño integral, para enriquecer aún más sus entregas”.
De tal manera, el programa de ediciones territoriales tiene un puntal indiscutible en “Ácana”, que hace honor a la tarea de sembrar en cada ciudadano un nivel cultural acorde con las aspiraciones del Estado Socialista Cubano. Con tal premisa se fundó el 31 de marzo de 1959 la Imprenta Nacional de Cuba y –como todo acto noble y abarcador- su legado amplía horizontes y colma las ansias del público lector más exigente.(Tomado de Radio Cadena Agramonte)