Bloqueo vs salud: política cruel e inhumana
Cuando todavía resuenan los ecos de la aplastante victoria de la Isla el 25 de octubre en la Asamblea General de la ONU, donde se aprobó por vigésimo año consecutivo la resolución condenatoria sobre el bloqueo, este tema sigue en la agenda de los medios informativos de Cuba y el mundo.
Pero la administración norteamericana ni se ha inmutado ni preocupado de que una vez más la comunidad internacional exija el fin de la criminal política, y por ello continuarán, no se sabe por cuánto tiempo más, los sacrificios y restricciones para todo el pueblo.
Particularmente en la salud, seguirán ahí el dolor y la angustia de pacientes y familiares, y de los propios médicos y enfermeras que los atienden, muchas veces sin algunos recursos necesarios para salvarles o alargarles la vida.
En el reciente informe presentado por Cuba ante la Asamblea General de las Naciones Unidas se destaca que solo de mayo de 2010 a abril de 2011, las afectaciones a este sector se calculan en 15 millones de dólares.
Según el documento, ese gasto se debe en particular a la compra en otras naciones y a los incrementos de precios de importación de material gastable e instrumental de uso médico, así como en medicamentos, reactivos, piezas de repuesto y equipos.
Aunque las exportaciones a Cuba de medicamentos, accesorios y dispositivos médicos están autorizadas por las leyes Torricelli (1992) y para la Reforma de las Sanciones Comerciales y el Incremento de las Exportaciones (2000), se mantienen importantes restricciones.
Entre los muchos ejemplos que demuestran los daños producidos, se incluyen la adquisición en terceros países de productos para las revascularizaciones aortocoronarias, válvulas mitrales y aórticas, estabilizadores y movilizadores cardíacos.
Esos materiales deben, sin embargo, comprarse en otros mercados a precios tres o cuatro veces superiores a si se adquirieran a firmas estadounidenses o a empresas que no hayan sufrido las imposiciones del bloqueo.
Los hospitales especializados se han visto afectados en parte de sus servicios por la negativa de las compañías norteamericanas para proporcionar los componentes que requieren el mantenimiento de las cámaras hiperbáricas, equipos de Radiaciones Gamma u otro tipo de piezas de repuesto.
Tampoco se han podido obtener aparatos, insumos y materiales destinados a niños y jóvenes afectados por tumores malignos de los huesos, debido a que son comercializados por empresas estadounidenses.
A la Isla se le niega la compra de citostáticos novedosos de producción norteamericana, antibióticos de última generación para infantes menores de un año, y reactivos serológicos anti HLA de alta calidad, lo cual afecta el Programa Nacional de Trasplante.
El mundo condenó a la administración de Barack Obama por su empecinamiento de seguir con el bloqueo contra Cuba, y algún día habrá que llevar al banquillo de los acusados por la historia, por crimen de lesa humanidad, a quienes crearon y promovieron esa política, devenida una transgresión cruel e inhumana. (Por Iris Armas Padrino, AIN)