Facebook: imperio en Internet
Las redes sociales han sido una explosión de creatividad, sociabilidad y capacidad de estar unos con otros y a veces unos contra otros. Constituyen una etapa reciente en la evolución de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TICs).
Según Manuel Castell, científico social e investigador del surgimiento de la “sociedad red”, dichas plataformas “expresan el potencial extraordinario de comunicación que existe en nuestro mundo y que era muy difícil de practicar cuando todos vivían en bloques de tiempo y espacio en los que apenas era posible comunicarse”.
Facebook, creada en febrero del 2004 por el entonces estudiante de la Universidad de Harvard, Mark Zuckerberg, se erige como una de las redes sociales más importantes en la actualidad de Internet.
Sus aplicaciones van desde conocer nuevos individuos hasta mantener nexos con personas lejanas geográficamente. Mediante esta plataforma, los usuarios pueden compartir archivos de texto, imágenes y audio, así como interactuar a través del servicio de mensajería instantánea (chat).
Estadísticas del sitio web Socialbakers reflejan que el número de personas registradas en Facebook supera los 700 millones en el orbe. Los cinco primeros países con mayor cantidad de usuarios suscritos son Estados Unidos, Indonesia, India, Turkía y Reino Unido, respectivamente.
Los más optimistas opinan que la red social supone una ventaja en el mundo de la comunicación. En Facebook todos tienen voz, ya que en su seno se generan modelos específicos basados en la interactividad, donde todos pueden opinar y expresar sus ideas, sean acordes o divergentes.
Por su parte, hay quienes opinan que solo es un gran negocio. Millones de empresas, instituciones y hasta medios de comunicación se apresuran a formar parte de esa enorme ola que arrastra y segmenta masas a nivel planetario. Y es que la red social ofrece herramientas que forman verdaderas comunidades de internautas según intereses, afinidades y gustos.
Lo cierto es que la enorme cantidad de información privada y detallada introducida en Facebook puede resultar un arma de doble filo. El acoso sexual y psicológico, cuyos entes más vulnerables son los jóvenes y hasta los niños, suelen traducirse en las principales agravantes.
Existen aseveraciones de ciertos niveles de adicción que crea en los usuarios esta plataforma, como consecuencia de la necesidad de comprobar y actualizar perfiles o responder a los mensajes dejados por los “amigos”.
El imperio de Zuckerbeg, valorado en los 65,5 millones de dólares según la publicación digital diarioTi.com, incorpora adeptos y adictos diariamente. Es un “titánico organismo” mutante que evoluciona y añade nuevas herramientas para facilitar aún más los niveles de intercambio entre sus usuarios. (Por Lisandra Romeo/ Servicio Especial de la AIN)